Por: María Alejandra Vallejo Roldán

En mis épocas de niñez y adolescencia estamos hablando años 80´s – 90´s, nuestras redes sociales eran gritar en medio de la calle a nuestros amigos de barrio, que les pidieran permiso a sus papás para salir a jugar rin rin corre corre, la lleva, no pisar las rayas en la calle, golosa y ponchado entre muchos otros juegos, antes todo era mas fácil, pues había contacto físico con las personas, lo ideal era compartir tanto tiempo fuera posible con nuestros amigos hasta que nuestras mamás, por lo menos la mía con una mirada prácticamente me entraba a casa a la fuerza. Hoy en día con el avance de la tecnología, y la famosa “era de la revolución tecnológica”, vemos que los niños a duras penas salen a un parque ya que todo lo encuentran dentro de un computador, iPad, celular y/o cualquier otro dispositivo electrónico, y es acá donde entran a jugar un papel fundamental pero también a mí manera de pensar letal las redes sociales.

Para algunas personas de nuestra sociedad, el surgimiento de la era digital es un logro y un gran avance, pero en mi opinión personal se trata de una involución en cuanto a que no hay contacto físico, donde lo que importa es esa cajita con muchos cables y de la cual sabemos poco, algunos me pueden tildar de ignorante, anticuada, y hasta de poco evolucionada y están en todo su derecho, pero considero que por las características y por lo que he podido ver en lo que estas hacen a nuestros niños y jóvenes no solamente a nivel físico sino emocional llevando incluso a algunos de ellos al suicidio, es en esta parte de la historia donde entra en escena el “BULLYING”, “LAS PELEAS CONCERTADAS”  entre otras tantas situaciones que han puesto a nuestros jóvenes en jaque con la vida y los ha puesto pensar de una manera que en nuestras épocas, si bien es cierto se veía no tenía el significado que tiene ahora porque? Sencillo las redes sociales no existían, no existían las amenazas a través de un computador, celular, IPad etc., solamente existían las peleas que después de un corto tiempo de dejarse de hablar y algo casual terminaban reconciliándose puesto que para esos años se sabía cual era el significado de la vida entre amigos, que era una amistad real, leal y sin envidias. Hoy en día no sabemos quien es nuestro amigo realmente, en mi caso yo podría decir que sí se quienes son mis amigos porque tengo contacto con ellos casi a diario, porque sé quienes son sus padres, porque tuve la oportunidad de compartir físicamente con ellos, porque entre muchas otras cosas no he tenido que acudir a redes sociales para conseguir “amigos” que a la hora de la verdad son amigos imaginarios, puesto que no sabemos verdaderamente quien está detrás de esa pantalla.

Por eso hoy solamente puedo decirles, cuídense de las redes sociales pero ante todo cuiden a sus niños y jóvenes de las redes sociales, estas son lobos disfrazados de ovejas, no estoy en contra de las redes quiero dejar eso claro puesto que pertenezco a ese grupo de seres humanos que tiene Facebook, Instagram, twitter etc., solamente estoy haciendo una reflexión al respecto.