Por: Balmore González Mira
Definitivamente pasar de una región a otra en Antioquia es como trasladarse de un país a otro o de un departamento a otro, no sólo por el paisaje natural y su geografía, si no por sus costumbres, gentes, idiosincrasia, historia y diferencia de sabores, colores y aromas.
Antioquia es bella en toda su extensión, por donde vayamos encontramos los más exóticos y paradisíacos paisajes, historias maravillosas que contrastan con unas que nos enlutan y entristecen y que no deberían existir en nuestras vidas.
Hace unos años hablar del suroeste era exclusivamente asociarlo a la historia cafetera de Antioquia, era su sello y marca indiscutible; hoy, cuando el café ya no es exclusivo de esta región, sus habitantes se han preocupado por diversificar un poco su economía y con base en esa riqueza cafetera le han instalado unos servicios adicionales para que propios y extraños podamos disfrutar de esta icónica región, llena de sorpresas y regalos para el ser humano. Desde parques naturales, con sus ríos y cascadas, hasta finca hoteles que hacen del propio y el visitante las delicias, suroeste invita a visitarlo, con sus historias inagotables y la maravilla de sus gentes. La gastronomía es otro de sus deliciosos sabores, desde la preparación de unos buenos platos especiales con olor a café, hasta los dulces que han hecho la tradición de los más exquisitos postres que puedan llegar al paladar. Cada municipio compite con el otro sanamente en lo que produce; en café excelso por ejemplo, cada comarca o familia se viene preocupando por producir el mejor. Pero lo más representativo del suroeste al lado de sus tierras, son, como lo hemos repetido, sus gentes, maravillosos seres humanos, amables, buenos contadores de cuentos, excelentes narradores de historias y por sobre todo, emprendedores, trabajadores y verracos, que hacen de su esencia la verdadera raza pujante de los paisas, esa de la que tanto nos hemos llenado de orgullo. Visitar cualquier rincón de Antioquia es pintar de colores nuestros corazones y saborear las verdaderas riquezas de la vida y en el suroeste sí que encontrarás un millón de razones para sentirlo. Suroeste, tierra mágica.
