Por: CR ® HORACIO LEMA GALIANO

Narra la palabra que el pueblo de Israel a través de sus ancianos le pide al profeta Samuel que les constituya un rey para que los juzgue, como lo tenían todas las demás naciones y el profeta ora a Dios y el Señor dijo a Samuel “oye la vos del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos y muestrales como les tratará el rey que reinará sobre ellos”. Tomará el rey sus hijos para utilizarlos en la guerra, tomará también a vuestras hijas para que sean cocineras y amasadoras. Así mismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos, Diezmará también vuestros rebaños y seréis sus siervos.

El pueblo de Israel renunció a su Dios creador en el año 1007 a.c aproximadamente y pidió reyes, los cuales después de Saul, David y Salomón con el cual se dividió el reino en dos, fueron más los malos reyes que no actuaron conforme al corazón de Dios y por ello, el profeta Ezequiel profetizó: té dispersaré por las naciones, y te esparciré por las tierras; y haré fenecer de ti tu inmundiciaEzequiel 22-14,15.

Con la división del reino en Israel y Judá fueron sometidos y esclavizados, Juda por los asirios en el año 586 a.c e Israel en el año 597 a.c por los caldeos y el último rey Sedequias presenció la destrucción del templo y de Jerusalén. Desde esa época los judíos anduvieron por todo el mundo errantes sin Nación, hasta que aparece la extraordinaria profecía del profeta Isaías en el año 960 a.c aproximadamente: “¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto a Sion estuvo de parto dió a luz sus hijos. Isaías 66-8 y Esequiel profetiza “yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país

El 14 de mayo de 1948 nació en un día una nación llamada Israel, tal como anunció la profecía, contra todo pronóstico y rechazo de la mayoría de países y el mundo árabe. Aquí finaliza la diáspora del pueblo judío (la dispersión del pueblo judío después de la destrucción del reino en el siglo VI d.c).

Los colombianos que aceptan la corrupción y destrucción de las instituciones con leyes violatorias que solo benefician a los bandidos, carecen de vocación de libertad y tienden a la esclavitud, instaurada por reyes en tiempos antiguos, como nos recrea la palabra y que hoy son dictadores de la llamada izquierda radical, alejados totalmente de Dios (hijos de la hechicería y brujería). En este nuevo gobierno los valores morales como la honestidad, la ética, el honor y la rectitud fueron asfixiados, masacrados, es decir, aniquilados por sus áulicos asesores, quienes proponen reformas a diestra y siniestra que solo buscan afectar el bienestar en todas las áreas al estado; pareciera que quien da las órdenes obedeciera a caprichos, más no, a proyectos prósperos y serios.

Dentro de los muchos proyectos presentados pueden existir algunos que benefician a la mayoría del pueblo, pero la superioridad se encuentra en proyectos que solo buscan la instauración de una larga, muy larga dictadura y lo preocupante es la actitud de adormecimiento de los colombianos, teniendo espejos tan claros como el de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Pareciera que no se entiende que sin luchas no habrá victoria, es necesario luchar por la libertad que nos heredaron nuestros próceres y miembros de la Fuerza Pública, en el transcurso de más de 212 años de historia, donde han entregado incluso su propia vida y hoy miles de padres, esposas e hijos los lloran pidiendo justicia y ésta ya no existe se ha desvanecido.

Son cuatro los temas más peligrosos y definitivos, tales como: la entrega del país al aceptar que el gas lo distribuya un dictador bocón e ignorante investigado por la CPI, si lo logra a corto plazo, después dirá que no proveerá más gas al pueblo traidor de Colombia. Grave también la introducción de la ideología de género en nuestras escuelas y colegios públicos, espinoso el tema de la paz total en un país de innumerables bandas narcotraficantes activas, puede ser una total utopía. Para terminar, quedaremos en manos de bandidos de todas las calañas hoy llamados gestores de paz, quienes continuarán sometiendo a la extorsión física y psicológica a barrios de las grandes ciudades y pueblos donde la autoridad ha sido desplazada. Nuestra Fuerza Pública señor presidente al igual que en el Perú difícilmente aceptará una dictadura que viole la constitución.

CR ® HORACIO LEMA GALIANO