Por: Balmore González Mira

Si hubiera un solo despacho o un funcionario que nos ayudara a resolver estos temas, sería el más admirado, respetado y aplaudido por todos los colombianos.

Los itinerarios y el cumplimiento y además las famosas penalidades en los  pasajes aéreos, diariamente se constituyen en un abuso por parte de las aerolíneas tanto nacionales como extranjeras.

Los abusos diarios de los Bancos y su excesivo cobro de comisiones, de que las reglas estén diseñadas para que estas entidades financieras se queden con todas las ganancias y los usuarios siempre sean los perdedores. Ejemplos sobran, sobre los descuentos y retenciones que siempre serán grandes, pero sus rendimientos financieros siempre son microscópicos. Los intereses sobre lo ahorrado son bajísimos, tal vez del 4% anual y eso si es en un CDT,  pero  los intereses por créditos jamás bajan del 10% y muchas veces van hasta el 30% anual. Un ejercicio pequeño, deje $100.000 en un cuenta de ahorro en un banco y al cabo de dos o tres meses encuentra menos de $80.000.

Otros casos demasiado comunes son los servicios de telefonía, internet y tv, jamás cumplen lo que prometen, las reclamaciones son siembra en el desierto pues casi nunca solucionan los problemas y las alternativas que le quedan al usuario son pasarse de operador, encontrando que muchas veces los nuevos son peores, y de salto en salto,  siempre podrá suceder, que los servicios cada vez sean más malos; al parecer el adagio aquel que la competencia mejora la calidad, en nuestro medio no aplica.

Ahora otro problema bien colombiano es el de los reclamos de calidad en productos, sea cual fuere, desde herramientas, equipos electrodomésticos, utensilios y cosas de hogar, la respuesta generalizada del productor, comercializador o vendedor es que se dañó por mal uso, es decir que las garantías de electrodomésticos y otros productos, no funcionan o casi nunca funcionan.

“Es mejor tenerlos y no necesitarlos, que necesitarlos y no tenerlos”. Este slogan que se aplica con sabiduría por las aseguradoras, casi siempre resulta un dolor de cabeza al momento de las reclamaciones y con muy pocas excepciones podríamos decir que los seguros no son buenos en nuestros medio, pues casi ninguno le da seguridad y confiabilidad.

La devolución de servicios no prestados pagados y no devueltos, es otro gran dolor de cabeza, sobre todo en materia de telefonía celular dónde exigen pagos por adelantado y en vez de abonar el pago a las cuentas futuras del usuario, este debe ir a demostrar que pagó, con recibo en mano, dos meses después, como el caso que ya denuncié en anterior columna de opinión, del abusador prestador Claro.

De otro lado hay que rezar para que no te cambien las condiciones en un contrato que desarrolle una actividad en el exterior, sobre todo cuando son contratadas en dólares,   son especialistas en pedir reajustes y revisión de los cambios abruptos de moneda, como si los valores de fluctuación solo los perjudicara a ellos y no de igual manera o superior, al usuario.

Si esa oficina  hiciera algo para que no abusen en el cobro de los servicios públicos, sería la más amada de los colombianos, este sí que es el pan de cada día.

Y quien logre generar  autoridad contra la delincuencia callejera, la extorsión y el chantaje y la delincuencia común y dejar desmantelada la banda terrorista de la primera línea, ese merece todo nuestro respaldo y atención. Esa oficina y ese funcionario que se comprometa con estas incertidumbres de los colombianos es quien merece Gobernar este país.

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