Por: Daniel Alberto Robles Macías | Fuente: ConMasGracia.org
Después de aquella primera vez, continúo haciéndolo varias veces más, pero cada vez iba aumentando el grado de dificultad con actos variados. Primero, con los ojos vendados, luego, dentro de una bolsa y finalmente lo cruzó en zancos. Incluso, en una ocasión, se sentó a la mitad de la cuerda para cocinar y comer su almuerzo.
En una de esas ocasiones, miembros de la familia real de Inglaterra decidieron acudir a ver su acto. Era un duque junto con sus dos hijos. Esa mañana, cruzaría la cuerda arrastrando una carretilla. De inicio, lo hizo sin nada sobre ella; para luego, colocar una bolsa de papas, fue todo un éxito. Los aplausos de la gente no dejaban de sonar.
Luego, Blondin bajó hasta donde se encontraba la familia real y le preguntó al duque: Señor, ¿cree usted que yo podría cruzar a un hombre sobre esta carretilla hasta el otro lado del río?– ¡Sin duda alguna, claro que sí! Le dijo el duque. Pues lo invito a subir a usted, ¿Qué dice? Le dijo Blondin.
De inmediato se escuchó al unísono una expresión de sorpresa de toda la audiencia. Nadie podría creer lo que acababa de pasar. El duque, por su parte, se quedó frío y se puso muy nervioso, después de un momento, negó aquella invitación.
Después de un momento, se escuchó una voz: ¡Yo sí creo! Y de entre toda la multitud salió una mujer muy anciana. Subió entonces a la carretilla y fue llevada por el equilibrista hasta el otro lado y luego de regreso. Esa mujer era la madre de Blodin, la única dispuesta a poner su vida en las manos de aquel hombre.
Con esta historia podemos ejemplificar el significado de la fe. Es poner toda nuestra vida en las manos de Dios, totalmente, sin condiciones ni reservas. Ya nos dice San Pablo: “La fe es como aferrarse a lo que se espera, es la certeza de cosas que no se pueden ver.” (Hebreos, 11, 1) y como esa mujer, hay que atrevernos a ponemos toda nuestra confianza en aquel que con seguridad nos llevará del otro lado del camino.
“Quien tiene fe tiene la vida eterna, tiene la vida. Pero la fe es un don, es el Padre que nos la da” nos dice el Papa Francisco. Y si, la fe es el único camino para llegar a Dios, para alcanzar la vida eterna. Es tener la certeza de que no vamos solos, sino que Él camina con nosotros. ¿Te atreves a dejar tu vida en sus manos?
Tomado de Catholic.net.