POR: CR HORACIO LEMA GALIANO
Partiendo de la obra literaria de Gabriel García Márquez, nuestro premio nobel de literatura, el coronel no tiene quien le escriba, donde el tema central consiste en la esperanza e ilusión que mantiene el coronel de recibir la gratificación que el gobierno siempre le prometió, pero que nunca le cumplió. escrita en el año 1961, al escritor lo motivo a escribirla su abuelo que estuvo toda la vida esperando que le mandaran su pensión de veterano de la guerra civil y nunca le llegó y murió abandonado y sin reconocimiento. García Márquez lo consideró su mejor libro y afirmó; “tuve que escribir cien años de soledad para que leyeran el coronel no tiene quien le escriba”.
Para nuestros tiempos podríamos escribir, sobre la realidad que vivió nuestras FFMM y Policía en los últimos años, teniendo en cuenta la responsabilidad que debieron asumir con más honestidad, valor y sacrificio sus Generales, al igual que el abuelo de García Márquez muchos coroneles se quedaron esperando que les reconocieran sus capacidades, talentos, virtud e inteligencia para escalar un grado mayor y muchos de ellos incluso, ya fallecieron sin ningún reconocimiento. Muy parecida también a la historia de la caída del imperio romano, donde su ejército perdió la élite y su ética, además de la crisis imperial o sea debilidad de sus emperadores, el desgobierno, la dificultad de recaudar impuestos y la presión de los pueblos bárbaros sobre sus fronteras, que al final, infiltraron al ejército más poderoso de la época y el 4 de septiembre del año 476 d.c fue derrotado el imperio romano de occidente teniendo como último emperador un niño de 15 años llamado Rómulo Augústulo, al cual por su corta edad se le respeto la vida y fue enviado al exilio con su familia al castillo de lucullanum cerca a Nápoles.
Así como fue definitivo el mando, ética, élite, lealtad, sacrificio y coraje de sus generales para el imperio romano, también pudo ser definitivas estas características extraordinarias, para que los mandos mantuvieran la libertad y democracia que hoy se va extinguiendo como un fuego que todos los años es más tenue y la luz se va apagando definitivamente y ya no cumplen con su más serio juramento ante Dios y la patria “defender al pueblo colombiano y hacer cumplir la constitución y la ley”
La institución perdió la élite y la ética. La élite materializada en ese oficial que se estructuró a través de su carrera y se especializó en historia militar, actualizó doctrina, dominó la táctica y la estrategia la cual aplicó con éxito en el campo de combate frente al enemigo con éxito. De igual forma esa élite la fortalecen los mandos que nacieron y se formaron en las unidades militares, porque sus padres fueron ejemplo en la institución y en la misma familia, gozaban de profundos valores, principios y convicciones, siempre fueron un ejemplo a seguir para sus subalternos. La ética se desmoronó, se derribó no solo es alcanzar el grado sino dignificarlo con honradez, Integridad, fe y pulcritud.
Para la muestra fehaciente, es decir, con certeza indudable las llamadas juntas asesoras se convirtieron en negocios acompañados de amistad y compromisos ajenos al servicio, en otrora se seleccionaban los MEJORES, incluso desde los grados de subalternos ya se identificaba su talante, su carácter y disposición. La selección se habituó, se acostumbró, se acomodó a la escogencia indigna y carente de profesionalismo de oficiales que enaltecieran, honraran y engrandecieran a la institución, en otras palabras, seleccionar los mejores preparados y entrenados que conformaran la elite y con ética para su elección era lo digno y honesto.
Como se enaltecen estos bandidos, que ven hoy varios generales que lo combatieron muchos años y ahora de rodillas están suplicando las migajas que están debajo de la mesa. Y son los mismos que entregaron las riendas de la institución no a los bárbaros, sino a un bárbaro.
Ese cartel de la mediocridad se volvió mayoría y absorbió a nuestros verdaderos generales honestos, leales, guerreros e íntegros que fueron desapareciendo del panorama por volverse minoría y que todo lo dieron y todo lo entregaron. ¡Para ellos un gran abrazo de agradecimiento!
Actualmente el mando permite que los sometan y esclavicen, según declaraciones vergonzosas e infames del actual comandante ante los medios, demuestra que está entregado a un gobierno marxista encabezado por un personaje siniestro, mitómano, inepto, adicto al café mañanero, lleno de rencor y odio, incluso contra sí mismo; como presidente, su arrogancia, su personalidad paranoica de falso líder y caudillo imaginario, quiere hacer creer con tamaño cinismo y engaño a través de las intervenciones en organizaciones internacionales como la ONU, que el destino no Dios, lo ha señalado no solo para salvar a Colombia y demás países de sus corruptas clases gobernantes, sino al planeta tierra de su destrucción y la especie humana de su desaparición.
Las negociaciones de paz, “que nos tienen mamaos” que se vienen adelantando hace muchos años con los movimientos narcoterroristas, cuyos resultados desfavorables y marcados por la total impunidad, hoy nos tienen sumidos en la desesperanza y sufrimiento que dejan los gobiernos marxistas, que van acabando la economía de un país hasta someterlo a la pobreza extrema, y como si fuera poco entregan vastas zonas rurales a sus parceros del narcoterrorismo para su dominio y control, por ello, esas comunidades que hoy piden auxilio; su llanto de desconsuelo, sufrimiento y sangre solo alcanza para bañar los límites del martirio.
La reflexión final; es que dejaron a sus hijos y nietos para el mañana, en manos de bandidos que los irán sometiendo al hambre, falta de trabajo, es decir a la esclavitud total.
Este escrito sustentado en la realidad que conocemos de primera mano y vivimos durante tantos años, no busca ofender, injuriar, deshonrar o maltratar a nadie, solo busca que con entereza, carácter, humildad y honestidad no permitamos la politización de las FFMM y el incumplimiento de la Constitución Nacional.
