LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS   

La paz debe ser sembrada en la verdad, la justicia, la transparencia y la libertad, de lo contrario, es una falsa paz

que nos llevará al abismo, a la violencia, la guerra, la criminalidad, el vandalismo y a la desesperanza.

 ¿Cómo podemos establecer una paz fija y un silencio en la mente de los colombianos?

Primero que todo usted debe quererlo y decidir hacerlo.

Y luego, usted debe tratar y debe perseverar, continuar tratando con firmeza y devoción… Para empezar usted se sienta tranquilo, y luego, en vez de pensar en cincuenta cosas, empieza a decirse: “¡Paz, paz, paz, paz, paz, calma, paz!  Usted imagina paz y calma, aspira, pide que venga: “Paz, paz, calma”.  Y entonces, cuando algo llega y lo toca y actúa, diga quietamente, así: “Paz, paz, paz para Colombia”.  No mire los pensamientos, no oiga los pensamientos, ¿entiende?  No debe ponerle atención a todo lo que venga de las diferentes formas organizadas de la comunicación moderna.  Cuando alguien lo molesta un grupo y usted quiere deshacerse de él, usted no lo escucha, ¿o sí? ¡Bien!  Voltee su cabeza mirando lejos y piense en algo distinto.

Cuando llegan los pensamientos negativos y violentos no debe mirarlos, no debe oírlos, no debe prestarles ninguna atención, debe comportarse como si no existieran, ¿sí ve?  Y luego repetir todo el tiempo, como una especie de -¿Cómo decirlo?- como un idiota que repite la misma cosa siempre.  Bueno usted debe hacer lo mismo, debe repetir: “Paz, paz, paz para Colombia”, y entonces intenta esto durante varios minutos y luego hace aquello que tiene que hacer; y luego, otra vez empieza de nuevo, se sienta y entonces lo intenta.  Haga esto al despertarse en la mañana, haga esto en la noche cuando vaya a la cama…

Llegará un momento en el cual usted no necesitará ya sentarse, y sin importar lo que esté haciendo, sin importar lo que esté diciendo, será siempre: “Paz, paz, paz para Colombia”.

Debe ser muy simple en estas cosas.  Es como si estuviera aprendiendo a llamar a un amigo: a fuerza de llamarlo, él viene.  Bueno, haga de la paz y de la calma sus amigas y llámelas: “¡Ven, paz, paz, paz, paz, ven…, Colombia te necesita!”

Cuando tenga un poco de tiempo, ya sea una hora o unos pocos minutos, dígase a sí mismo: “Finalmente tengo algún tiempo para concentrarme, para recogerme, para revivir el propósito de mi vida, para ofrecerme a la Verdad, la Justicia, la Libertad y a lo Eterno”.  Si usted tuviera cuidado de hacer esto cada vez que no está siendo acosado por circunstancias externas, encontraría que está avanzando muy rápidamente por el camino de la paz.  En vez de desperdiciar el tiempo chachareando, haciendo cosas inútiles, leyendo cosas que bajan la conciencia… es mejor ser moderado, balanceado, paciente, tolerante, tranquilo, pero sin perder nunca cualquier oportunidad dada, es decir, utilizar para el verdadero propósito el momento sin ocupación que tiene ante usted.

…Hoy, siéntese tranquilo frente al cielo, frente al mar, frente a la montaña o bajo los árboles, lo que sea posible, para entender por qué vive, para aprender cómo debe vivir, para reconsiderar qué quiere hacer y qué debe ser hecho; cuál es la mejor manera de escapar de la ignorancia, el terrorismo, la violencia, el vandalismo, la criminalidad, de la falsedad y del dolor de patria en los cuales vivimos, pero con la esperanza y la decisión firme de reorientar los destinos de la patria.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                                     Medellín, mayo 14 de 2021