Por Iván de J. Guzmán López

Siento un gran cariño e inmenso respeto por nuestra hermana República Argentina. Amo al Buenos Aires de Gardel, más europeo y culto que Europa misma. Y es que a fuerza de leer los reportajes periodísticos y los poemas del Mono sabio Horacio Rega Molina; de gozar la humilde sabiduría de Borges, la ciencia literaria de Sábato, la Rayuela de Cortázar, la dolorosa y amada poética de Alfonsina Storni, los poemas de juventud de Alejandra Pizarnik, las deliciosas glosas de la muy intelectual Victoria Ocampo; de admirar al escritor, editor y maestro Félix Bruzzone, a la enigmática y bella Ariana Harwicz; al poeta amado de mi madre y de mi niñez, Germán Berdiales, también maestro, traductor, escritor y periodista, entre mis siempre maestros  Alberto Manguel y  José Ingenieros (o Giuseppe Ingenieros, por su ascendencia italiana), terminé por enamorarme de esa Argentina que bulle educación, cultura, deporte, arte, literatura; personajes de oro, gente amable e inteligente (entre los cuales, valga decir, brilla con luz muy propia el papa Jorge Mario Bergoglio, o Pachito, como le dicen sus amigos).

Esa patria argentina que está en mi corazón, la encuentro a gusto en La Pampa Parrilla Argentina, en las sedes del Mall Interplaza, Las Palmas, Provenza El Poblado, Segundo Parque de Laureles, Laureles Avenida Jardín y en la Carrera 73 circunvalar de la 76. El folclor argentino, la calidez humana, el buen gusto en el decorado de sus locales y la calidad de sus productos, nos entregan lo mejor de su famosa pampa; sus restaurantes son una inmensa apuesta de paz para Colombia, en la medida que confían en nuestra economía, en nuestra gente y en nuestra legislación. Promueven paz con sus comportamientos y con su apuesta económica en nuestra ciudad y en Colombia entera, y, para mí, lo mejor, y que mucho aprecio, nos muestra la cara más bella de la patria de San Martín, Borges, Ameghino y Sarmiento. Y en esta tarea, debo destacar al personal colombiano y argentino, en cabeza de los amigos Rafael Testa y Andrés Felipe Cañas Yepes, mis amigos.

Como si fuese poco el aporte de la cadena La Pampa, debo agregar ahora que es uno de los patrocinadores más importantes y participantes de un evento inédito en el mundo. Léase bien: ¡inédito en el mundo!: se trata del Torneo Mundial de Asadores Ancestrales. Se denomina de “asadores ancestrales”, porque es exigencia, para los ¡50 equipos presentes de 20 países participantes del mundo entero!, el que preparen sus asados de manera tradicional; como lo han hecho toda la vida en sus países de origen, tanto para gusto de raizales y visitantes, como para la fama que los acredita en sus respectivas naciones.

En general, el torneo (que como ya dije, es de carácter mundial), está liderado por el muy bogotano Ramiro Ulises Díaz Rodríguez, presidente de la Asociación Colombiana de Parrilleros. El torneo presentará 6 categorías, valga decir: Cordero, Cerdo, Vacuno, Pollo, Pescado y Postre a la parrilla. Todo es ancestral, repito, a la cruz, estaca, parrilla o al sable.

Este cronista se enteró que el costo de la boleta es de 145.000 pesos colombianos el día domingo, y 114.000 el día sábado. “La boleta le otorga múltiples beneficios entre estos, la entrada al torneo, degustación de asados de 12 a 2 de la tarde; adicional, en la noche, adquieren el derecho de asistir a la presentación de un artista de carácter nacional (el día sábado se presentará Eli Medina quien imita a Jessi Uribe, y el día domingo disfrutarán de Pipe Bueno, de Yo me llamo) y será en Asdesilla, Llano Grande, en El Tablazo. Las boletas se pueden comprar en latiquetera.com.

A la pregunta de ¿Qué significa esto para Medellín y para Colombia?,  Ramiro Ulises Díaz Rodríguez, responde: “somos el primer país del mundo que está llevando a cabo un mundial de asadores ancestrales. Tenemos la atención de los países más grandes de Sur América; gozamos del privilegio de que vengan y nos visiten asadores tradicionales como los uruguayos, paraguayos, brasileros y argentinos, por supuesto, entre otros), los cuales son personas con un conocimiento sumo del tema. El propósito es poder mostrar lo que somos los colombianos en asuntos de gastronomía, empresa y don de gentes: una gente pujante, honrada, echada para adelante; un pueblo que trabaja, que tiene regiones hermosas como Antioquía”.

Es muy importante la imagen que tenemos para dar ante el mundo y que sepan todo lo bueno que tenemos. Este es un Mundial sin precedentes, que abrirá muchos mercados y dará empleo a muchos colombianos”.

La Pampa (la palabra pampa procede del idioma quichua, que significa “espacio sin límite”), tan parecida a nuestros queridos Llanos, con su deliciosa gastronomía, sus hombres y mujeres de alma soñadora y libre, espacio sin límites donde el sol parece desfallecer en mágicos arreboles al otear la noche, estará muy cerca de nosotros.

Esta vez, La pampa argentina, con el alma de su capital, Santa Rosa, pareciera que nos acompañara para ayudarnos a entender y a crecer en conceptos tan amados y necesarios, como paz y patria.