POR: CR (RA) HORACIO LEMA GALIANO JDN DE ACORE

*ORGANIZACIONES SUSTENTADAS EN LA MALDAD Y ENGAÑO QUE DESTRUYEN SOCIEDADES*

Con base en los últimos hechos sucedidos en materia política, social y espiritual en el país, podríamos identificar varias organizaciones que actúan para dividir más no para unir, con gran dosis de engaño y maldad, cuyo sostenimiento para su funcionamiento lo obtienen a través de los dineros del mismo estado, al que atacan sin consideración, dineros que producen los empresarios, industriales y comerciantes entre otros, odiados por Cepeda, mediante el pago cumplido y obligatorio de sus impuestos.
Dentro de estas organizaciones, podríamos hacer referencia a la Comisión de la verdad, que le costó́ al país en el año 2021 la suma de 116.992.792.190 mil millones de pesos. Su objetivo es conocer la verdad durante el conflicto armado, promover el reconocimiento voluntario y colectivo de responsabilidades y promover la convivencia en los territorios. Esta comisión está liderada por un delincuente espiritual que borra de tajo la palabra del que dice representar, para nadie de los estudiosos del tema es un secreto que, el sesgo de la información que recogen, con su grupo de investigadores marxistas radicales, está direccionado para presentar a la sociedad como responsables del conflicto, al estado y su Fuerza Pública, a las cuales defendía el señor My Carlos Ospina y lo neutralizaron, persiguieron y censuraron con deslealtad y falta de verdad. Los ciudadanos de bien le diríamos a Francisco de Roux, ¡esa cantidad desproporcionada de dinero que usted se gasta serviría para asignar a los pobres más de 1500 viviendas y de esta forma cumplir la palabra del Señor al que usted ignora!

Ahora, miremos la otra organización constituida para protección del narcoterrorismo, que tanto daño le hicieron y le siguen causando al pueblo colombiano, la JEP, cuyo presupuesto general de la Nación liquidado para el 2021 fue de 292.600.000 mil millones de pesos. Los resultados a nivel de jurisprudencia son paupérrimos y desoladores para el conocimiento de la verdad, es un brazo pestilente más que construyó el demoledor Santos, príncipe de maldad y sus huestes que declaran permanentemente la lucha espiritual a la sociedad mediante maldad, inmoralidad y engaño para destruirla.

No se podría dejar atrás, una registraduría navegando en las aguas turbias del ocaso jurídico propiciado por las cortes desde la aparición del cartel de la toga. Liderada por un registrador igual o peor ciudadano que Roy barreras. Carente de principios, valores y lo más grave de dignidad como persona humana, que propició el mayor y más vergonzoso fraude electoral sucedido en la historia democrática del país. Hoy la Procuraduría y el Consejo de Estado le buscan la destitución y como cualquier vulgar zombi continua aferrado al cargo.

Con base en el manejo distorsionado y alejado de la verdad que desarrollan estas organizaciones hoy en el país, promovieron el nacimiento de una cosa llamada el pacto histórico, donde reunieron a todo lo malo en materia política, social y más grave aún en materia mental y espiritual, para confundir y amenazar presuntamente a los colombianos de bien, si no aceptan sus ideologías radicales, amenaza que hacen con sus presuntos colectivos y como afirmó Cepeda, jóvenes de primera línea y sus aliados que ya todo el país los identifica o sea, los grupos narcoterroristas. Olvidaron que un pacto es un acuerdo que obliga a las partes a cumplirlos para lograr el bien común y honrar a la sociedad no para deshonrarla. El líder de esta cosa pestilente y abortiva es como lo describe nuestro excelente escritor Héctor Abad Faciolince “un mitómano, esquizofrénico con un índice de odio y maldad incalculable y sería la ruina para Colombia”, bueno, agregaría lo que dejó su pasado, presunto secuestrador, asesino, violador y terrorista lo cual se le perdonó mediante indulto, pero el mal está ahí́.

En la medida que se van corrompiendo las instituciones en forma desbordada, así́ mismo los países y sus sociedades terminan presas de la inmoralidad y confusión de sus pésimos gobernantes. La única opción que tenemos los colombianos para buscar reingeniería de país, es el fortalecimiento ya, de los partidos políticos que trabajan con visión democrática.

CR (RA) HORACIO LEMA GALIANO

JDN DE ACORE