Por: Balmore González Mira
Dicen que a veces las oportunidades se van y nunca vuelven, aunque en eso el occidente ha roto todos los esquemas, porque de cuando en cuando las oportunidades le llegan y esta región, por la que está atravesando, ha sido la mayor en su historia. El occidente antioqueño se ha convertido en una especie de rotonda, en una especie de glorieta del desarrollo de Antioquia y de gran parte de Colombia, toda vez que por aquí está pasando el momento histórico de las obras de infraestructura y de interconexión más importantes del departamento y ella nos llevan nada más ni nada menos que por el sur a la región pacífica; a la región de Urabá, es decir en una salida hacia el norte de la costa Caribe y hacia los puertos que nos van a comunicar con el mundo; pero adicionalmente quedamos a unos pocos minutos a una hora muy escasa de la ciudad de Medellín, la ciudad capital; el occidente no ha correspondido en este desarrollo que debe ser organizado, planeado y planificado para poder aprovechar nuevamente este cuarto de hora que nos reunió también hace más de 20 años cuando se habló de esta región y Antioquia como la Mejor Esquina de América y se nos vencieron los plazos para que está fuera “Justa, pacífica, pujante, educada y en armonía con la naturaleza”, pero no lo aprovechamos y nos llegó el 2020 y esa tarea no se cumplió. Y ya hoy estamos considerando una nueva agenda toda vez que en ese momento se desaprovechó lo que estábamos viviendo.
Estamos agotando el discurso de esta posición estratégica y del momento histórico, pero no nos organizamos como región para aprovechar los beneficios que estamos y los que vamos a recibir. Vías 4G, Túneles, Puertos, aeropuertos y todo lo que esto consigo trae. Es hora entonces de reunir a los sectores público y privado y darles confianza a los inversionistas extranjeros para que este territorio sea ese eje articulador de la economía y que no solo sea la glorieta de paso hacia todas las latitudes. Llegó el nuevo cuarto de hora del occidente antioqueño.
