Por:        IVÁN ECHEVERRI VALENCIA

Nos encontramos adportas de elegir un nuevo gobernador para el período 2020-2023, el cual encontrará una cantidad de políticas por desarrollar, programas y obras en proyección y otras en ejecución, que requiere la seriedad, compromiso y responsabilidad para continuarlas  y no abortarlas como ocurre en la mayoría de las veces.

El actual gobernador, Luís Pérez, deja el listón muy alto con su capacidad de gestión, como ejecutor de recursos, por estar cerca de la comunidad y por pensar en grande, que le han granjeado un liderazgo a nivel nacional y  reconocimientos internacionales.    

La verdad sea dicha, la gobernación heredada en el año 2016, era financiera y fiscalmente inviable, con unas deudas en pesos y dólares impagables, con unas entidades descentralizadas generando millonarias pérdidas, con unos gastos de funcionamiento que superaban ostensiblemente a los de inversión; obras inconclusas, mal terminadas, abandonadas, contratistas incumplidos, gastos publicitarios desbordados, dificultades en el  área de la salud de inimaginables proporciones  y un divorcio generalizado con la mayoría de los alcaldes y concejales del departamento.

Titánica labor le ha correspondido al gobernador Pérez, para sanear semejante embolado  y  poder desarrollar su visionario y ambicioso programa de gobierno. A fe que lo viene logrando con grandes repercusiones sociales y económicas en las diferentes subregiones de Antioquia, que le ha permitido mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes.

El camino escabroso ya se ha andado, por lo que el sucesor del Gobernador Pérez, debe comprometerse a consolidar las finanzas departamentales, a seguir impulsando el ferrocarril de Antioquia, lo puertos de Urabá, la pavimentación de vías secundarias y campesinas, el bachillerato y la universidad digital, la formalización de los mineros ancestrales; la consolidación de los ecoparques  de cerro tusa , farallones , la llorona ,el central park  y  la recuperación de las playas de Urabá; el saneamiento de la red hospitalaria pública, entre otros grandes proyectos

A esta altura del partido se encuentran en tierra derecha y con enormes posibilidades para acceder al principal cargo del departamento, el exgobernador y exalcalde de Medellín Anibal Gaviria Correa, el eterno candidato Andrés Guerra y el impetuoso hombre del parche, exconcejal y exgerente del IDEA, Mauricio Tobón.

Sin caer en descalificaciones de aspirantes sino en la objetividad, puedo señalar que la candidatura de Aníbal Gaviria ha calado más entre el pueblo antioqueño, cuenta con un especial reconocimiento y grata recordación de haber sido un excelente gobernador y alcalde de Medellín. Aníbal es un líder carismático, con una gran sensibilidad social, tiene un amplio conocimiento del departamento, no podemos olvidar, la manera heroica y noble como recogió las banderas de  su hermano Guillermo, también gobernador, quien murió vilmente a manos de la guerrilla de las farc, cuando lo tenía secuestrado.

 Si no se presentan imponderables, como suele suceder en los certámenes electorales, en las que aparece la guerra sucia, con sus andanadas de trolas que confunden al elector, encuestas prefabricadas o algunas alianzas entre candidatos y no se baja la guardia en el trabajo, el más seguro gobernador será Aníbal  Gaviria Correa.