Por: Balmore González Mira

Occidente está preparándose cada día más para el desarrollo que le traen sus vías 4G, los puertos de Urabá y todo lo que se avecina prontamente en la región; la conectividad en el mundo es por agua, tierra y aire y ahí está el mejor ejemplo de lo que aún nos falta en las cordilleras occidentales, con la puesta en marcha urgente de la proyección y  construcción del aeropuerto de Santafe de Antioquia, territorio en el que ya habían operado varios de estos, públicos y privados,  y el acondicionamiento del aeropuerto de Frontino que ha venido deteriorándose por desuso y que está ubicado al lado donde se ha proyectado construir el Batallón Pedro Justo Berrio.

No se trata de trasladar el Olaya Herrera para la Ciudad Madre, se trata de tener muchos más aeropuertos para que haya conectividad con todos los rincones de Antioquia y del país como en las grandes ciudades del mundo, donde cada uno tiene su terminal aéreo. La miopía de algunos no nos puede llevar a la desconectividad cuando las nuevas necesidades del mundo están pidiendo todo lo contrario.

Algunos dirán que no tiene sentido tener un aeropuerto cada 80 o 100 km, otros creemos que ojalá existiera uno en cada municipio de nuestra geografía para atender temas de emergencias, de salud y de seguridad que nos permitiera mantener un control rápido en el territorio para contener la criminalidad y atender las urgencias de la comunidad.

Aeronaves vigilando nuestra geografía, fumigando cultivos ilícitos, persiguiendo criminales, en operaciones de rescate,  apagando incendios forestales; trasladando enfermos,  y en fin, en un sin número de actividades para las cuales fueron fabricadas y pensadas y por sobre todo, puestas al servicio de la comodidad, bienestar y calidad de vida de las comunidades más alejadas de las grandes urbes.

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