Por: CR (RA) HORACIO LEMA GALIANO

El poder económico que han adquirido los carteles transnacionales de la droga a nivel global está siendo manejados y coordinados actualmente por los movimientos de izquierda populistas, comunistas. Buscan financiar con ese poder económico sus campañas para la toma del poder en países con democracias permisivas y con ausencia de líderes creíbles que puedan detener este avance diabólico y destructor de sociedades, sometidas mediante el miedo y la amenaza de sistemas judicial y legislativo. Estos, sin representar mayorías, legislan, en contra de lo legal y legítimo, para imponer lo ilegal que proponen las minorías, mediante denuncias penales falsas, carentes de acervo probatorio e interpuestas por ONG’s y fundaciones de oscura financiación y atareadas en la destrucción del sistema democrático.

Colombia es hoy el mayor productor de cocaína en el mundo con el 70% de la producción. Le sigue Perú con una producción del 20% y Bolivia con un 10%. Actualmente ha cumplido el Gobierno Nacional con la meta de erradicar el mayor número de hectáreas posible de las 240 mil aproximadamente que dejo Santos y ha confiscado mediante operaciones de la Fuerza pública aproximadamente 450 toneladas. La producción de coca en Colombia se estima en 951 toneladas. En el 2018 en el gobierno Santos, se alcanzó la mayor producción de coca a nivel mundial con 1.723 toneladas. En el país, al cultivo ilícito se calcula que se dedican más del millón de familias con un porcentaje del 55% de participación de los indígenas del suroccidente del país principalmente, en los departamentos de Cauca, Nariño y Putumayo. Ahora, si tomamos la producción de 951 toneladas de cocaína anual en el último año y los precios del mercado internacional, $32.000 dólares por kilo en USA y $60.000 euros en Europa, esos 951 mil kilos equivaldrían a 30.432 millones de dólares y a 57.060 millones de euros respectivamente, estamos hablando de billones de pesos. Esta producción anual estaría repartida el 40% para ingresar a países europeos y un 60% a USA. El resultado final en cifras nos daría que el 60% de la droga que entraría a USA tendría un valor de 18.240 millones de dólares y la que llega a Europa $ 8.664 millones de euros. Aquí no están incluidas los decomisos que hacen las autoridades de esos países. Con base en estos datos podemos concluir que la economía de USA y países europeos, ESTÁN ACTUALMENTE FINANCIANDO AL NARCOTERRORISMO que está desestabilizando política, social y económicamente a los países hispanoamericanos. Con este poder económico disponible están incendiando el continente, buscando llevarlo a dictaduras populistas, para cumplir con el Objetivo del Nuevo Orden Mundial, sustentado en el Globalismo. Se ha estimado que el impacto económico anual por el abuso de alcohol y la adición de drogas en estados Unidos asciende a 442 mil millones de dólares casi el total del presupuesto militar. Por tratarse de un negocio totalmente ilegal y nocivo para la población mundial, es muy difícil establecer que sumas exactas en millones de dólares o euros perciben por el negocio, los carteles de la droga como el gobierno venezolano, el gobierno cubano, las FARC, el ELN y demás carteles mexicanos y colombianos. Pero lo cierto es que, estos carteles reciben millones de dólares anuales, unos para continuar manteniendo gobiernos ilegítimos y otros para financiar los grupos narcoterroristas. Es muy importante que las gentes de bien en el continente, en Europa y en USA especialmente, entiendan que existe un bolsillo roto por el cual salen millonadas de dinero para continuar FINANCIANDO EL NARCOTERRORISMO CON DÓLARES Y EUROS de los impuestos que ellos mismos pagan a los gobiernos y están permitiendo que sus hijos engrosen las filas de la drogadicción. En Colombia estos grupos y políticos populistas se oponen a la aspersión para combatir estos sembrados de coca siguiendo los mandatos del GRUPO DE PUEBLA y del FORO DE SAOPABLO, ya que los resultados con este método les causarían un detrimento económico significativo. Existen hoy 231 demandas interpuestas, dicen los analistas del tema, por abogados de los carteles para impedir la aspersión aérea contra estos miles de hectáreas sembradas con coca. El  poder económico de la maldita cocaína es el combustible que utilizan los narcoterroristas y populistas para continuar amenazando los pueblos; la maldita coca es la responsable de los asesinatos selectivos de personas y líderes sociales; la maldita coca es la responsable de las 76 masacres ocurridas en el 2020; la maldita coca es la responsable del aumento de drogadictos en los países; la maldita coca es la responsable que políticos y demás funcionarios públicos, sobretodo del poder legislativo y judicial, se vendan y se corrompan; la maldita coca es la responsable de la existencia de cientos de bandas de micro tráfico que están hoy delinquiendo en las ciudades; la maldita coca es la que permite que los populistas  alimenten hordas de drogadictos que los siguen bajo la promesa de darles todo gratis, y por último, la maldita coca le permitió a un personaje tan siniestro como Santos engañar el país con una falsa paz para destruir sus instituciones legítimas, que fueron reemplazadas por el cartel de justicia JEP, no aprobado por el pueblo colombiano mediante plebiscito y diseñada con la ayuda de comunistas internacionales. Hoy, las instituciones legales, los ciudadanos de bien y el mismo gobierno Nacional no saben qué hacer para neutralizar tamaña impunidad de este cartel de justicia especial que esta demandada internacionalmente por su ilegitimidad jurídica. El funcionamiento anual de La JEP le cuesta al país 201.000 millones de pesos y afirman los analistas que está compuesta por un revoltijo de magistrados de todos los pelambres, mediocres, malos, sucios, limpios, ignorantes en materia de justicia, investigados, no investigados; es decir allí hay de todo y para todos.

“la paz os dejo, mi paz os doy: yo no os la doy como el mundo la da” por eso la paz de santos es un engaño.

CR (RA) HORACIO LEMA GALIANO

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