Por: Juan Eugenio Maya Lema*

Es obligación de la Institución, dar cumplimiento a los derechos inalienables de las personas y a los derechos universales de los niños, según Ley 12 de 1991 “Por medio de la cual se aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el día 20 de noviembre de 1989″.  

Las Institución Educativas tienen responsabilidad de formar estudiantes como seres capaces de pensar, analizar y razonar por sí mismos, con criterio para valorar su libertad y respetar la de los demás. La escuela debe entender   en su parte misional, que todos somos diferentes con obligaciones, deberes y derechos.

La convivencia, debe ser entendida como “la capacidad de las personas de vivir con otras (con-vivir) en un marco de respeto mutuo y solidaridad recíproca; implica el reconocimiento y respeto por la diversidad, la capacidad de las personas de entenderse, de valorar y aceptar las diferencias; los puntos de vista de otro y de otros”. El espacio escolar – escuela, la convivencia se enseña, se aprende y se refleja en los diversos espacios formativos como las salidas pedagógicas, los descansos, los actos cívicos, la biblioteca, en las aulas informática, entre otros.

El manual de convivencia es un conjunto de normas de conducta que tiene una importancia estratégica en la solución de los conflictos como pacto de solidaridad, reciprocidad y reconocimiento de la diversidad entre sujetos en proceso de formación ya que se dan interacciones entre sus miembros, se establecen encuentros ideológicos y culturales que deben estar mediados por conductas que reflejen la pirámide axiológica los principios éticos, morales entre familias, maestros y estudiantes.

Teniendo en cuenta ese conjunto de principios axiológicos, los manuales de convivencia escolar deben ser pensados como una herramienta pedagógica para la valoración de los deberes, obligaciones y derechos de los educandos – maestros que refleje pactos por la convivencia como recurso pedagógico para dar solución a los conflictos por medio de protocolos frente a conductas atípicas o actos que van en contra de la vida escolar.

Como acto pedagógico entre maestros con sus estudiantes permite el libre desarrollo de la personalidad del educando, sin violentar su dignidad humana, respetando todas sus manifestaciones  físicas, biológicas y actitudes, es decir, respetándolo, como persona, lo que implica el respeto hacia y por el otro en la búsqueda permanente de su autonomía como sujeto social en proceso de formación, sin discriminación por su raza, nacionalidad, sexo, orientación sexual ya que se puede causar un daño físico, psicológico y cognitivo al estudiante y su familia.

Para la consolidación de los manuales de convivencia existe gobierno escolar como órgano de la participación entre rectores, coordinadores, directores rurales y jefes de núcleo de desarrollo educativo, maestros, estudiantes, egresados, padres de familia, comisarías de familia, jueces de menores, personeros municipales y escolares, entre otros.  

Los Manuales de Convivencia Escolar, deberán estar regidos por los principios y normas constitucionales y legales, especialmente las conferidas por la Constitución Política de Colombia del año de 1991; Ley 734 de 2002, Código  Disciplinario Único; Ley 1098 de 2006, Ley de la Infancia y la Adolescencia, Ley N.º 1260 de 2013, Reglamentado por el Decreto N.º 1965 de 2013, Por la cual se crea el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar y demás reglamentaciones vigentes. Estas normas definen y establecer conductas, comportamientos y actitudes que darán respuesta a la taxonomía de los derechos fundamentales de los niños, adolescentes y jóvenes con una responsabilidad compartida entre el Estado, la Sociedad y la Familia.

     

*Juan Eugenio Maya Lema, Licenciado, Especialista y Magister en educación, Abogado, con especialización en derecho administrativo y seguridad social, correo electrónico: juanemayal051@gmail.com, celular 3104608003