Por:  IVÁN  ECHEVERRI  VALENCIA

A lo largo de los siglos la humanidad ha sido afectada por varias pandemias, ente ellas la Peste de Justiniano en la que fallecieron  aproximadamente 25 millones de personas en tiempos del Imperio Romano y de Constantinopla. En el siglo XIV, ocurrió la Peste Bubónica o Peste Negra en la que murieron cerca de 75 millones de personas en Europa y en el resto del mundo; la misma fue transmitida por una bacteria que se encontraba alojada en las pulgas de las ratas. Desde hace 10.000 años, se conoce el virus variola, causante de la enfermedad conocida como Viruela, muy contagiosa, con una gran tasa de mortalidad y de deformaciones.

Durante el siglo XX, hemos sufrido una de las pandemias más recordadas en la historia de la humanidad, la Gripe Española, causada  por un brote del virus Influenza A del subtipo H1N1, que no solo atacó a niños y ancianos sino también a jóvenes y personas adultas. Esta enfermedad se denominó Gripe Española, por la atención y el despliegue que tuvo en la prensa de ese país; la cual fue advertida por primera vez en Estados Unidos (Kansas) en marzo de 1918; este virus sufrió varias mutaciones convirtiéndose en un agente infeccioso mortal.

Se estima que esta pandemia infectó aproximadamente a 500 millones de personas de las cuales fallecieron más de 50 millones. Este virus tuvo sus brotes en 16 campamentos militares en Estados Unidos, que se preparaban para ser enviados a Europa a participar en la primera Guerra Mundial. Resultaron contagiadas personas de países como Francia, Reino Unido, Italia, España y con menos contagios la China, porque según se especula ya estaban inmunizados por el virus de la gripe, previamente adquirido. En 1920 desapareció el virus por estar la mayoría de los supervivientes  inmunizados. En América Latina, también  resultaron afectados por el coletazo Argentina, Colombia, Paraguay, Perú y Venezuela. En nuestro país murieron unas 3.000 personas,  en su mayoría en la ciudad de Bogotá y en el departamento de Boyacá.

En China, en el año 1957 se registró el virus de la gripe A (H2N2), llamada Gripe Asiática, la cual se propagó por todo el mundo causando la muerte de un millón de personas. Después de diez años, nuevamente en Asia, apareció el virus de  la gripe A (H3N2), conocida como Gripe de Hong Kong, esta nueva cepa dejó aproximadamente un millón víctimas por todo el planeta.

En 1981, apareció el VIH/sida, enfermedad que no tiene cura; las personas se pueden contagiar por elementos que entren en contacto con la sangre, por relaciones sexuales; de madre a hijo durante el parto o la lactancia. Su tasa de letalidad es del 100% y, es un detonante para contraer otras enfermedades como la tuberculosis.

Según la OMS, el Sida es una enfermedad infecciosa crónica, afecta el sistema inmunológico y se ha posicionado como la principal causa de muerte en adultos con cerca de 25 millones en todo el mundo; se le considera la causante de los mayores estragos después de la Peste Negra. La Inmunodeficiencia humana (VIH) llegó para quedarse, afectando primordialmente a las comunidades y familias más pobres y en donde se encuentra más marcada las desigualdades. Es una enfermedad tratable y costosa, lo que ha permitido que algunos afectados lleven una vida normal.     

En los 21 años del presente siglo, nos ha tocado convivir  con varios virus que han puesto en jaque la salud, como: el SAR o Síndrome de Respiración Aguda, que causó la muerte en un año a más de 800 personas en Asia; el ébola en África; la gripe A-H1N1 y los virus que aún persisten y que son transmitidos por mosquitos en América Latina como el dengue, el zika y el chikunguña.

 Actualmente lidiamos con una catastrófica pandemia denominada Coronavirus COVID 19, que ya ha cobrado la vida de más 523 mil muertes en todo el hemisferio e infectado a más de 11 millones de personas.

Lo grave del COVID -19 es que hasta la fecha, que se sepa, no se ha  descubierto la vacuna, a pesar de los enormes esfuerzos de los científicos para obtenerla ni el tratamiento adecuado que la cure; las personas que han logrado recuperarse obedece a que su organismo ha desarrollado las suficientes defensas con la ayuda del personal sanitario y de la mano de Dios.

Colombia, logró con la cuarentena detener la propagación acelerada del virus por unos meses, para preparar medianamente el sistema de salud que no contaba con los más mínimos recursos para enfrentar tan inesperada y mortal pandemia.

Gracias al Coronavirus, quedaron al descubierto todas las falencias y desigualdades de nuestra sociedad y la fragilidad de nuestro ignominioso, nefasto y “corrupto” sistema de salud.  

La salud es un derecho fundamental de los colombianos, el cual se ha convertido en un hazme reír por parte de algunas prestadoras de este servicio, de los gobiernos de turno y de la clase política.

Nos corresponde como individuos y como sociedad demostrar nuestra grandeza, obrando con una gran dosis de sacrificio, de disciplina  y responsabilidad, acatando todas las medidas de bioseguridad. El protegernos y proteger a los demás es nuestro compromiso.

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