Por: Sergio Zuluaga Peña.*

La crisis de COVID-19 ha creado una necesidad sin precedentes de rastreo de contactos en todo el país, lo que requiere que miles de personas aprendan habilidades clave rápidamente, la pandemia ha desafiado a los sistemas políticos y sanitarios en el mundo, dentro de la estrategia sanitaria, un pilar fundamental para controlar la infección es generar la trazabilidad y el seguimiento de casos y contactos, hasta la fecha nuestro sistema sanitario se ha visto superado en estas acciones, lo que ha contribuido al aumento de casos nuevos.

Es urgente que las ciudades tengan muchas personas que estén en capacidad de entender y conocer el período infeccioso, la presentación clínica del COVID-19 y la evidencia de cómo el SARS-CoV-2 se transmite de persona a persona y por qué el rastreo de contactos puede ser una intervención de salud pública tan eficaz.

Deberíamos incluir de manera inmediata una cátedra de formación obligatoria en colegios y universidades para enseñar a jóvenes cómo se realiza el rastreo de contactos, incluido cómo establecer una relación con los casos, identificar sus contactos y apoyar tanto los casos como sus contactos para detener la transmisión en sus comunidades, formación que incluya también varias consideraciones éticas importantes en torno al rastreo de contactos, el aislamiento y la cuarentena e identificar algunas de las barreras más comunes para los esfuerzos de rastreo de contactos, junto con estrategias para superarlas.

Esta formación básica en los jóvenes potenciará de manera inmediata el control y aportaría sobre un tema muy débil y trascendental para controlar la epidemia y es el rastreo de la enfermedad.

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