LA POTENCIACIÓN DE LA EDUCACIÓN Y LA PAZ EN LA AUTONOMÍA FISCAL Y EL DESARROLLO DE LAS REGIONES

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La educción y la paz no sólo enriquece la cultura, sino que fortalecería la autonomía en el desarrollo de las regiones.

Es la primera condición para la libertad, la democracia y el desarrollo integral sostenible en beneficio del

pueblo colombiano.

POR: LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS

Los gobernantes de Colombia deben proyectar en las mentalidades de los pueblos el esfuerzo por alcanzar la experiencia de la paz y de la atención y el cuidado a los principios y los valores de los derechos y deberes humanos.  Más educación, ciencia, tecnología y cultura para alcanzar más “justicia, libertad, educación y paz”.  A la vez que se deben inculcar con pasión, profundidad y convicción el cumplimiento estricto del deber como ciudadanos comprometidos con la Constitución y las Leyes de la República de Colombia.  Los gobernantes de Colombia deben centrarse en la promoción de la educación, la cultura, la tecnología y la ciencia. 

Las Secretarías de Educación, deben estar sostenidas por las aportaciones de las instituciones educativas; promover por todas las regiones descentralizadas y/o autónomas proyectos de mejoras educativas y de superación de las diferencias y retos que surgen de la propia idiosincrasia de cada una de las regiones de Colombia.  Todo ello se propone desde el convencimiento de que la educación transforma vidas y ocupa el centro de la proyección superada de todo reto humano.  Y que gracias a esa expectativa y acción es posible consolidar la paz, erradicar la miseria e impulsar el desarrollo sostenible, para fortalecer la autonomía fiscal y desarrollo de regiones en nuestro país.

Colombia está llamada a considerar que la educación es un derecho universal, a lo largo de toda la vida, es decir, educación permanente, instrucción y formación integral, ha de ser de la más elevada calidad.  Cada una de las regiones descentralizadas y/o autónomas debe ejercer el liderazgo territorial en materia de educación, reforzar los sistemas educativos del país entero mediante la enseñanza, con la igualdad de género como principio subyacente.  La labor de los gobernantes abarca el desarrollo educativo en las regiones desde el nivel preescolar hasta la educación superior y el fomento de la enseñanza técnica y tecnológica en el horizonte de una formación profesional de calidad técnica y humana.

Los colombianos debemos tener consciencia “que, puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres y mujeres, es en la mente de los hombres y mujeres donde deben erigirse los baluartes de la paz y la libertad en cada una de las regiones del territorio nacional”.  Colombia tiene claridad de que, en el curso de la historia, la incomprensión mutua de los pueblos ha sido motivo de desconfianza y recelo entre las regiones, y causa de que sus desacuerdos hayan degenerado en guerra y violencia con harta frecuencia.

Que la grande y terrible guerra que viene desde 70 años atrás, no ha sido posible frenarla por la negación de los principios democráticos de la dignidad, la equidad y el respeto mutuo de los hombres y mujeres y, porque no hemos tenido la voluntad de sustituir tales principios, explotando los prejuicios para reducir la ignorancia y la egolatría por el dogma de la justicia, la verdad, la libertad, el orden, la democracia y la sana convivencia humana sin distingos de raza, credo político, cultura y religión.

Los colombianos debemos saber que ampliar la difusión de la cultura y la educación de la humanidad para la justicia, la libertad y la paz son indispensables a la dignidad del hombre y la mujer y, constituyen un deber sagrado que todas las regiones autónomas han de cumplir con un espíritu de responsabilidad y de ayuda mutua.  Los colombianos tenemos conocimiento que una paz fundada exclusivamente en acuerdos políticos y económicos entre gobiernos no podrá obtener el apoyo unánime, sincero y perdurable de los pueblos sin la participación decidida de la ciudadanía, la familia, educadores, la iglesia, y empresa privada comprometidos con el poder transformador de la nación, y que, por consiguiente, esa paz debe basarse en la solidaridad intelectual y moralidad de la nación.

Es por ello que me permito afirmar que: la educación y la paz no sólo enriquece la cultura sino también la autonomía fiscal y desarrollo de las regiones de Colombia.  Es la primera condición para la libertad, la democracia y el desarrollo integral disponible en beneficio del pueblo colombiano.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS         –         Medellín, marzo 29 de 2025