«El vínculo que te une a tu verdadera familia no es el de la sangre, sino el del respeto y la alegría que tú sientes por las vidas de ellos y ellos por la tuya». Richard Bach

Los padres deben tomar conciencia de su papel y el rol en la formación de sus hijos. La influencia de la familia en el proceso de cuidado, crianza y formación de sus hijos se podrá evidenciar en su proceso evolutivo y en especial en la interacción con los demás y con su entorno. El niño comienza su trayectoria evolutiva y educativa en la familia, la escuela complementa la formación con educación, convirtiéndose en un vínculo permanente: de corresponsabilidad y cooperación, por lo tanto, no puede permitirse un divorcio entre familia y escuela, sino es requerimiento esencial  crear un laboratorio de la pedagogía de la familia, en donde se creen espacios de comunicación y participación desde el primer nivel de la edad parvulario  afianzado en el amor, el cariño, el respeto y la amabilidad, de tal forma que se pueda dar un adecuado desarrollo de su ser un desarrollo de personalidades sanas y equilibradas, cuya conducta influya en posteriores interacciones convivenciales y sociales que crearan un mejor estilo de vida- el verdadero desafío es aprender a SER y aprender a vivir en comunidad. 

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 La escuela ha muerto desde el hogar, desde ese primer momento de socialización, por los valores cambiados y abruptamente distorsionados,  por la ausencia o desintegración familiar, por la falta  de autoridad, por la falta de establecer límites y pautas de comportamiento, por la comodidad de ser permisivo bien porque no saben cómo educarlos o bien porque creen no se puede dedicar tiempo para ello; y ante la ausencia de mando o autoridad, el niño decide tomar el poder, el poder de hacer, de decir y de ser. Los roles de padres e hijos se pierden hasta tal punto que pareciera que los hijos mandan más que los padres, e incluso, en ocasiones por el temor a enfadar el niño, no se le dice nada.                                                                                  

Fernando Savater en su libro El valor de Educar, menciona que “Cada vez con mayor frecuencia, los padres y otros familiares a cargo de los niños sienten desánimo o desconcierto ante la tarea de formar las pautas mínimas de su conciencia social y las abandonan a los maestros.” Cuando se presentan estas conductas en los roles y comportamientos de los padres, el cual lo llamo el complejo de autoridad está fundado en un poco compromiso  que discrepa de las normas de la ética y la moral, necesarias para la armonía de vivir en sociedad  y las cuales se transmiten a través de las costumbres, el ejemplo,  y del diálogo, siendo  las palabras, las más veraces transmisoras de poder sobre pensamientos y acciones, despertando emociones que repercuten en la coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace- pensamiento- emoción -acción y el Amor, como el motor que impulsa y da vida.   

Las actitudes, pensamientos, sentimientos y acciones que vivimos en casa se vuelven conductas que manifestamos con el otro, “el amor como una actitud de vida, más que un sentimiento”                                                                                                                                                                                                                                                                                     Tomado de:https://m.facebook.com/Marianuestroauxilio/photos/a.2302151806677970/3159635450929597/?type=3&_rdr

Cuando el niño vive en el hogar los valores de convivencia y comunicación puede transferirlos a otros contextos, el ser consciente de lo que ejemplificamos para vivir en una sociedad más equilibrada es cuestión de cooperación ciudadana, es responsabilidad apremiante del hogar.

Mírate a través de los demás y aprenderás de ti mismo”.   No porque quiera al otro, si no porque se quiere a si mismo-   si alguien se quiere es capaz de querer y decir la escuela no ha muerto, el amor revive y resucita la escuela, como el motor que impulsa la vida.

                                 

Dale confianza y será  confiable,

Respételo y será respetuoso,

Ámalo y será un gran ser humano

Mario Borghino

Los dos caminos para la armonía y convivencia como el sentido común de la ecología humana:

  • El primero que nos lleve a descubrir aquello que nos hace parecidos- somos los otros
  • El segundo que nos lleve a respetar sus diferencias- el remedio está en mí.

Jaime Humberto Ramírez Cadavid

Especialista en Ciencias Políticas

Asesor en Calidad educativa