Por: Jaime Humberto Ramírez Cadavid

“En tiempos de desolación, Nunca hacer mudanza”

La anterior metáfora lleva a reflexionar y tomar conciencia del momento histórico que se vive frente al conflicto armado en Colombia y comprender el seno de una realidad que genera mucha indiferencia, en una sociedad intoxicada por los hechos y sucesos de una verdad del pasado que no cesa, violencia reiterativa en distintos rincones del país, como haciendo honor a la frase de San Ignacio de Loyola con la que inicia este escrito, por los miedos de víctimas a que se afecte nuevamente su integridad con enfrentamientos cada vez más ásperos, la confianza completamente debilitada, los sentimientos agrietados y de victimarios atemorizados, escondidos tras telones de impunidad, es un pasado latente en el presente.

“Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie” paradójicamente ha sido la realidad en el conflicto armado, es la astucia conservadora del cambio, un cambio lampedusiano, una búsqueda de cambo cínico, descarado y poco sincero. Todos anhelando un cambio, pero pocos quieren hacerlo.

Iniciar el legado por la construcción de un país y por las ilusiones que acompañan para una humanidad viable, por un país por fuera de agendas políticas y de intereses privados, por una Colombia humana y cívica sin inclusiones forzadas.

Si todos nos damos las manos ¿Quién empuñará las armas?

Los conflictos que han asolado a Colombia, es responsabilidad de todos, ya que a falta de educación, tolerancia y cultura, se le ha hecho daño no solo a nuestro planeta, sino al ser, no hemos sabido consolidar la patria.

La educación es el pilar en el que se basa cualquier sociedad y la vida productiva, es la herramienta principal camino a la civilidad, es un ejercicio para reconocer las tensiones sociales y la sociedad que soñamos, la educación como línea o base estratégica para aportar a la transformación social desde la niñez, desde la verdad, desde el perdón, la tolerancia para no repetir situaciones de barbarie.

Hoy nace la esperanza, Colombia abraza la verdad para generar conciencia y confianza en la convivencia, con un enfoque restaurativo en el género, en lo ambiental, en lo étnico, en la diversidad que somos. Hoy, después de tanto tiempo de desolación y dolor, se requiere hacer cambios trascendentales por una nación justa, productiva y en paz.

Hay que construir humanidad, la cultura para vivir en paz, una educación que forme sujetos que vivan en paz y una estrategia de cultura para la paz, el respeto y la empatía por el otro. Debe ser compromiso de todos, desde cada uno de los hogares colombianos y obviamente adaptando y ejecutando policitas educativas que implementen la pedagogía para la paz.

La construcción de la Colombia por recordar y por edificar, la No repetición, teniendo como referente que el arma más poderosa que debemos empuñar es la educación.

Si todos nos tomamos de las manos por una Unidad Nacional, no habrá quien tome de nuevo las armas para la guerra.

Jaime Humberto Ramírez Cadavid

Especialista en Ciencias Políticas.

Asesor en Gestión de la Calidad Educativa

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