Por: LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS

 ¡Atraer a los otros en una visión compartida requiere respeto, autenticidad, verdad,

conocimiento de regiones, pulcritud, inteligencia, empatía y sabiduría!

Un candidato a la Presidencia y Vicepresidencia de Colombia debe apelar a ideales compartidos.  Conectar al pueblo con lo más importante de la visión de país compartida.  Elevar a la gente para que lleguen a mayores niveles de motivación y moralidad, y reforzar sin cesar la idea de que pueden marcar una profunda diferencia en la construcción de un nuevo proyecto de nación.  Un aspirante ejemplar a la presidencia y vicepresidencia entiende que lo importante no es su propio punto de vista del futuro de Colombia, sino adoptar las aspiraciones más importantes de los miembros de su militancia, en la que se sienten seriamente comprometidos, para el bienestar de todos los colombianos.

Para que una visión de país sea sostenible, tiene que ser atractiva, pertinente y memorable.  Un gobernante serio tiene que dar vida a la visión para que el pueblo experimente cómo sería vivir y trabajar en ese escenario futuro ideal y único en favor de la democracia, la paz, la justicia y la libertad.  Se sirve de varios medios para concretar su visión abstracta.  A través del uso hábil de metáforas, símbolos, imágenes verbales, lenguaje prudente, positivo, mesurado y energía personal y patriótica; un buen gobernante inspirador genera entusiasmo y emoción por la visión común de los colombianos.

Por encima de todo, un gobernante tiene que estar convencido del valor de la visión compartida y comunicar esa creencia genuina a todo el pueblo que abriga en él o ella una esperanza.  Tiene que creer en lo que dice.  La autenticidad es la prueba de fuego de la convicción y las partes implicadas sólo seguirán de buen grado cuando crean en lo que el gobernante cree.  Para inspirar una visión compartida por Colombia tienen que atraer al pueblo hacia una visión común y democrática, apelando a aspiraciones compartidas.  Eso significa que deben:

  1. Hablar con la militancia de los equipos de trabajo y averiguar cuáles son sus esperanzas, sueños y aspiraciones para el futuro de todos los colombianos.
  2. Asegurarse de que todo el pueblo sepa sus intereses o servicios colectivos para que sean únicos y especiales sin exclusiones.
  3. Demostrarles a sus seguidores que pueden hacer realidad sus intereses a mediano y largo plazo si se suman a una visión y estrategia de largo alcance y con hondo sentido de servicio social.
  4. Ser positivo, alegre, veraz y energético al hablar del futuro de su programa de gobierno, y no ser parco ni anémico en el uso de metáforas, símbolos, ejemplos e historias que considere pertinentes, para darle un mejor sentido a sus propuestas transformadoras de país.
  5. Reconocer las ideas y emociones del pueblo y validarlas como algo importante y excepcional que garanticen compromiso, dedicación y participación, sin sectarismos ni mezquindades politiqueras.
  6. Mostrar su pasión de servicio de una forma que exprese quien es él o ella, desde la sencillez, la humildad, la prudencia, el respeto y la mesura con sus adversarios. Y, sobre todo, brindar confianza y credibilidad al pueblo, de manera muy auténtica para decidir en las urnas su más sublime deseo de gobernar a Colombia.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                                                      Medellín, abril 2 de 2022