Por: Luis Carlos Gaviria

En días pasados alguien se me acercó y me hizo esta pregunta: ¿Está usted de acuerdo con la cuarentena? Yo le respondí: no es que yo esté o no esté de acuerdo, lo importante es que nosotros no vayamos a contraer el virus y eso es lo mas importante, que tengamos responsabilidad como seres humanos y con nosotros mismos de cumplir con la cuarentena.

Pero viene la otra parte del cuento de la cuarentena y ese si me preocupa bastante y es la poca previsión y falta de responsabilidad social de las empresas. Muchas ni siquiera le pagaron la quincena a sus empleados del 16 al 30 de marzo, mientras que otras y pongo el ejemplo concreto de acá de la ciudad de Andes, sacaron sin piedad y sin dolor a los empleados que tenían “contratados” bajo el esquema que tanto le gusta a la ministra del interior, “contrato por horas” y estas sí que me preocupan, porque son personas que no tienen afiliación a ninguna seguridad social, muchas son madres solteras y/o cabeza de familia, sus patronos evaden las obligaciones parafiscales de estas personas, por lo tanto, las cajas de compensación familiar no las tienen es sus bases de datos, razón sine quanon, por la que pierden el auxilio de desempleo que se va a entregar por 3 meses.

Con respecto a esto, yo me pregunto: ¿Qué calidad de empresas tenemos? Yo soy administrador de empresas y me enseñaron en la universidad que las cosas en administración se deben manejar con la cabeza y no con el corazón, yo estoy de acuerdo con esta premisa, pero también pienso en la cantidad de personas que hay en una empresa, bajo el esquema de contrato por horas y me da rabia el saber que estas personas en los actuales momentos, no tienen como sobrevivir a la cuarentena, no tienen dinero para su sustento diario (alimentación), para el pago del arrendamiento, para el pago de sus servicios públicos; en fin, están en la física calle y el gobierno nacional no ha pensado en ellos y las alcaldías municipales, ni siquiera las determinan y mucho menos las tienen en cuenta para las ayudas.

No se trata sólo de los alivios del gobierno que son una obligación, se trata de que los ricos no quieren invertir un peso de su patrimonio en los empleados. Solo ven a sus empleados como las máquinas que producen dinero e inflan sus arcas. El gobierno pidió sostener los empleados 2 meses y en la primera quincena ya estaban sin empleo. Esto si es lo malo de la cuarentena, entonces a esta hay que mirarla desde muchos ángulos, sobre todo del ángulo social, que es el que más nos interesa. A los empresarios solo les gusta llenarse de lujos y activos a costa de todos sus empleados, pero ante una situación como la actual, los empleados son los primeros que estorban.