“Señor Acevedo, gracias por creer en Colombia cuando otros miraban afuera,…Que su vida nos impulse a seguir soñando en grande, …”
Por: LUIS CARLOS GAVIRIA ECHAVARRÍA
Es con profunda gratitud y respeto que rindo homenaje al señor José María Acevedo Álzate, un verdadero pilar del desarrollo industrial en Antioquia y en Colombia.
Su partida —el pasado 27 de octubre de 2025, a la edad de 106 años— marca el fin de una era, pero su legado permanecerá vivo en cada hogar colombiano donde un electrodoméstico lleva la marca Industrias Haceb S.A. y en cada mente emprendedora que se atreve a soñar y a construir.



UNA SEMBLANZA PARA RECORDAR
- Nacido el 2 de agosto de 1919 en Medellín, en el seno de una familia de recursos modestos.
- Con apenas seis años de educación formal y tan solo de aprendiz, empezó a trabajar muy joven; primero como mensajero, luego reparando aparatos eléctricos.
- En 1940, con apenas 21 años, fundó su taller —el antecedente de Haceb— con “un alicate y dos destornilladores”, en un garaje en el centro de Medellín.
- Promovió la transformación de ese taller de reparación hacia la fabricación nacional de electrodomésticos, creando soluciones hechas en Colombia para los hogares colombianos.
- Bajo su liderazgo, Haceb creció hasta ocupar más de 300.000 m² de planta, producir millones de unidades al año y exportar a decenas de países.
- Más allá de su dimensión empresarial, don José María cultivó una filosofía de humildad, de aprendizaje permanente (“Cuando uno no tiene la oportunidad de estudiar, queda condenado a estudiar toda la vida”).
SU HUELLA EN NUESTRO DEPARTAMENTO
En Antioquia —y en especial en el Valle de Aburrá y sus municipios vecinos— su historia es símbolo de lo que puede lograr la tenacidad, la visión y el trabajo colectivo. Desde un barrio modesto, don José María convirtió sueños en industria, oportunidades y empleos. Gracias a él hoy muchas familias antioqueñas encuentran en Haceb no solo un empleo, sino una esperanza de desarrollo.
UN LEGADO PARA INSPIRAR
- Nos enseña que la educación no es sólo formal: aunque no tuvo una dura trayectoria académica, su curiosidad y ganas de aprender le permitieron construir algo enorme.
- Nos recuerda que el emprendimiento serio requiere propósito: no sólo fue montar una empresa, sino generar bienestar, progresar como comunidad y construir país.
- Nos invita a valorar la persistencia y la humildad: incluso cuando Era referente, se decía que seguía recorriendo su planta, compartiendo con sus colaboradores, y manteniendo contacto directo con lo que hacía.
TRIBUTO
Señor Acevedo, gracias por creer en Colombia cuando otros miraban afuera, por demostrar que lo que se fabrica aquí puede ser digno, eficiente y competitivo. Gracias por ser esa mente creativa que fortaleció el tejido industrial de nuestro departamento, que sembró empleo, innovación y orgullo para los antioqueños.
Que su vida nos impulse a seguir soñando en grande, pero también a hacer en lo pequeño, a valorar lo local, a construir con ética, con corazón y con visión. Su legado no terminará con su partida; vivirá siempre en cada hogar que encienda un producto Haceb, en cada técnico que repare un artefacto, en cada emprendedor antioqueño que diga “sí puedo.”
Descansen en paz los hombres y mujeres que dejan su huella así de profunda en la historia. Y que nosotros, su gente, honremos esa huella con el trabajo, la creatividad y el compromiso que ellos nos legaron.
