Por: Misael Cadavid MD

Biológica y sociológicamente es más probable que las personas más inteligentes se excedan con la bebida y se emborrachen…

Beber alcohol es evolutivamente una constante, por lo que la hipótesis planteada por los científicos es que las personas más inteligentes beben más alcohol que las personas menos inteligentes.

El consumo humano de alcohol probablemente se origina en el consumo de frutas. La fermentación de azúcares por la levadura natural en las frutas demasiado maduras y en descomposición produce etanol, conocido por intoxicar aves y mamíferos.

Sin embargo, la cantidad de alcohol de etanol en tales frutas varía entre el 1% al 5%. En comparación con la cantidad de alcohol presente en una cerveza (del 4 al 6%), el vino (del 20 al 91%), y los licores destilados (del 20 al 95%).

El consumo humano de alcohol, sin embargo, era involuntario, accidental y al azar hasta hace aproximadamente 10,000 años. La fermentación intencional de frutas y granos para producir etanol surgió recientemente en la historia humana. La producción de cerveza, que se basa en una gran cantidad de grano, y la del vino, que de manera similar requiere una gran cantidad de uvas, no podría haber tenido lugar antes del advenimiento de la agricultura alrededor de 8.000 a.C. La evidencia arqueológica data la producción de cerveza y vino en Mesopotamia alrededor del 6.000 a.C. El origen de los destilados es mucho más reciente, y se remonta al Medio Oriente o China alrededor del año 700 d.C. La palabra alcohol, al kohl, es de origen árabe, como muchas otras palabras que comienzan con “al”, como álgebra, algoritmo, alquimia.

La hipótesis predice que las personas más inteligentes pueden preferir bebidas alcohólicas modernas (cerveza, vino y destilados).

De acuerdo con la predicción de la hipótesis, los niños más inteligentes, tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos, crecen para consumir alcohol con más frecuencia y en mayores cantidades que los niños menos inteligentes.

Controlando un gran número de variables demográficas, como sexo, raza, etnia, religión, estado civil, número de hijos, poder adquisitivo, depresión, satisfacción con la vida, frecuencia de socialización con amigos, número de parejas sexuales recientes, clase social infantil, educación de la madre y educación del padre, los niños más inteligentes crecen para beber más alcohol en el Reino Unido y los EE.UU.

Según datos que provienen del Estudio Nacional de Desarrollo Infantil en el Reino Unido, existe una clara asociación entre la inteligencia infantil y la frecuencia del consumo de alcohol en la edad adulta. Los niños británicos “muy brillantes” es decir aquello con Coeficiente intelectual mayor de 125, cuando crecen pueden consumir alcohol al doble que de un niño normal o promedio.

El Estudio Longitudinal Nacional de Salud del Adolescentes en los Estados Unidos muestra también asociación clara entre el ser más inteligentes los americanos en su infancia, con más consumo de alcohol cuando son adultos jóvenes.

Es importante señalar que tanto los ingresos como la educación, así como la clase social infantil y la educación de los padres en los Estados Unidos y el Reino Unido no influyen en esta hipótesis.

Esto significa que no es porque las personas más inteligentes ocupen trabajos mejor remunerados, más importantes que requieren socializar y beber con sus socios de negocios por lo cual beben más alcohol. Parece ser su propia inteligencia, lo que los inclina a beber más.

Los estudios predicen que los individuos más inteligentes tienen más probabilidades de participar en un comportamiento evolutivo nuevo. Dado que el consumo de bebidas alcohólicas modernas, incluido el consumo excesivo de alcohol y el emborracharse, es evolutivamente novedoso, la hipótesis predeciría que es más probable que los individuos más inteligentes participen en ella, y los datos empíricos del Reino Unido y los Estados Unidos lo confirman.

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