Por:  JAIRO HERNÁN RAMÍREZ GÓMEZ

Con relación a la información oculta, cuando es estratégica para la entidad, debe protegerse con la debida seguridad, en especial del acceso de la competencia por cualquier medio. Pero la información que se oculta con malicia, para esconder errores constructivos, información financiera de la entidad y de sus filiales o también decisiones administrativas equivocadas, resulta causando escándalos internos y en medios, que en nada favorecen la imagen y credibilidad de la administración y también de sus directivos.

Es así como, en los últimos años EPM se ha visto involucrada, con suficiente evidencia, en ocultamiento de información, se recuerda hace dos años cuando se filtró información oculta, entre otros, al Concejo de Medellín, lo que originó una investigación interna a funcionarios, con prueba del polígrafo incluida, también mantenida en secreto hasta que se filtró y también se denunció  por el Gobernador; hace escasos dos meses también fue divulgado el informe oculto de la Causa Raíz de la firma ADVANTA, sobre la contingencia ocurrida en el Proyecto Ituango y denunciado por el gerente de EPM y que estuvo oculto por más de un año.

No se sabe, ¿qué otras cosas hay ocultas en EPM?, parece que desde hace varios años hay un fantasma rondando, pero diferente a la “mona”, que iba tras los financieros del tercer piso, del edificio inteligente, que solían trabajar hasta altas horas de la noche, y que nunca les dio la cara, pero si les exhibía su espalda, sus finos cabellos largos y sus vestidos de colores vivos.

Después de la presentación del informe financiero de EPM, a septiembre de 2020, y con la renuncia del vicepresidente financiero, continúan las dudas sobre la realidad de las cifras presentadas y, grandes preocupaciones que invitan a generar una alerta y despertar sospechas sobre las mismas. Se resalta el crecimiento desbordado de los pasivos y del endeudamiento financiero, las pérdidas acumuladas y el patrimonio negativo de las inversiones en las filiales del exterior, la contabilización de los extracostos y de la TIR del proyecto Ituango, esta última representa un valor cercano a $4 billones por el retraso en la entrada en operación, etc.

También preocupa que año tras año se volvió costumbre, en la presentación de los informes financieros, resaltar el crecimiento de los ingresos, pero olvidan que estos se originaron por el incremento, a veces desbordado de las tarifas de los servicios, que se trasladan a los dueños de EPM, la comunidad del municipio de Medellín, que, como se dice en otros medios, también está “financiando las grandes pérdidas en el exterior”.

Lo mismo ocurre al resaltar las utilidades comparativas con años históricos, pero olvidan hacer el análisis de las mismas a pesos corrientes. No se muestran crecimientos en utilidades, por políticas y estrategias corporativas en reducción de costos o de nuevos negocios rentables en los últimos 20 años. Por el contrario, todos los proyectos se caracterizan por extracostos desbordados y prorrogas excesivas en plazos, a veces con los mismos contratistas.

No es de extrañar que los resultados financieros de EPM, en mira de la Veeduría, señale a la actual administración, como la responsable de la situación financiera heredada de administraciones anteriores.

Es urgente, como se pide desde el Concejo y de distintos foros, la contratación de una auditoría forense sobre los estados financieros en los últimos 20 años, de la matriz, y muy especial de las filiales y subsidiarias del exterior, para conocer de una vez por todas su realidad financiera, oculta hasta la fecha, y también de la matriz de riesgos que sustentó cada inversión.

Se recomienda, que dicha contratación sea realizada con una firma especializada en auditoría o revisoría fiscal, con experiencia y reconocimiento internacional, vigente, sin conflictos de interés con EPM, y que la supervisión de la misma también esté en cabeza de un tercero de condiciones similares. En esta forma se evitan las dudas de influenciar los resultados, como ocurrió con la contratación de los asesores, especialistas internacionales, para el Proyecto Ituango, donde los pagos estaban condicionados a que aceptaran y plasmaran en los informes finales de cada visita, las observaciones y comentarios que se hicieran desde EPM.

TODOS LOS ANTIOQUEÑOS UNIDOS CONTRA LA CORRUPCIÓN

 JAIRO HERNÁN RAMÍREZ GÓMEZ