Por: CR.(RA). DANIEL ACOSTA SALAZAR

Entre los años 30 y 50 del siglo pasado, nacieron en Colombia las organizaciones sindicales, con una clara orientación católica conservadora. Sin embargo, la influencia del comunismo después de la II Guerra mundial y durante la guerra fría, empezó a tocar las puertas de los sindicatos hasta cuando la revolución en Cuba y Fidel Castro permearon estas estructuras entre ellas la Central Única de Trabajadores (Cut) que creció especialmente cuando en 1959 nació la Federación colombiana de educadores, Fecode, que fortaleció a la Cut, pues le aportó no solo el 50 % de sus miembros, sino de los recursos económicos.

En 1959 llegó el comunismo al poder en Cuba y desde entonces las relaciones con Colombia han sido de altibajos. En 1962 Alberto Lleras Camargo, primer presidente del Frente Nacional, rompió relaciones con La Habana debido a los fuertes ataques del régimen castrista contra Colombia, que apoyaba la política de embargo contra Cuba, adoptada por el presidente Dwight Eisenhower desde 1960.

En 1975, cuando asumió la presidencia Alfonso López Michelsen, se reanudaron las relaciones con Cuba, que se volvieron a romper en 1981 en el gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala como consecuencia del entrenamiento y equipamiento de un centenar de militantes del m-19, enviados a desestabilizar Colombia. La intervención de la Fuerza Pública en la Universidad Nacional en 1980, había hecho pública la fuerte presencia del eln, prohijado por Cuba, en los claustros y residencias del Alma Mater Nacional. Finalmente, en 1993 el presidente Cesar Gaviria Trujillo restableció las relaciones diplomáticas y comerciales con el régimen castrista, las que perduran hasta el día de hoy.

Desde 1978, recién reiniciadas las relaciones en el gobierno López Michelsen, se firmó en La Habana un Convenio Marco de intercambio cultural y educativo. Este es un resumen del tratado, aún vigente:

TEMA. Cultural, educativo, científico, deportivo, artístico y literario.

CARÁCTER. Bilateral

OBJETIVO. Intensificar el intercambio de conocimientos técnicos, científicos y culturales entre los dos países.

ESTADO ACTUAL. Vigente

ACTUALIZACIONES. 1993 -2007

FECHA DE FINALIZACIÓN. Indefinida. Permanecerá en vigencia mientras no sea denunciado.

En abril de 1994 hubo una visita a Colombia del ministro de Educación cubano a Colombia. Se acordó:  fortalecer la cooperación educativa entre las dos naciones; impulsar la alfabetización, la educación para adultos y la educación laboral y técnica; intercambiar especialistas en diferentes áreas que favorezcan a las instituciones educativas superiores de los dos países y afianzar la experiencia deportiva, especialmente en asistencia técnica y capacitación, encaminadas a lograr la “Masificación del Deporte”. El convenio fue ratificado por la ministra colombiana de educación, Maruja Pachón.

Cuatro años después, el anterior Convenio de reconocimiento mutuo de estudios y títulos de Educación superior suscrito entre el gobierno de Colombia y el de Cuba, firmado en La Habana el 4 de mayo de 1994, se convirtió en la ley 421 del 1998, que la Corte constitucional declaró Exequible en su totalidad, en la sentencia C -227/ 98. Dicha Ley fue firmada por el presidente Samper Pizano y su ministro de educación Jaime Niño Díaz.

Sobre la finalidad de este del Convenio- Ley 421 /98, en la Introducción se lee:”… está encaminada, a la integración para permitir la libre movilización de profesionales de un país a otro, por cuanto no se puede ignorar el papel orientador que cumple la comunidad intelectual de América en la sociedad moderna.”

En el año 2003, en los inicios del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, se firmó el Proyecto “Planes de mejoramiento para la zona Pacífica y Caribe”, con la participación y apoyo de la ONG de origen cubano Plan Internacional y el Convenio Andrés Bello. Como resultado de este Plan, un grupo de pedagogos colombianos y cubanos recorrió los colegios públicos de la Isla de San Andrés, Tumaco, Buenaventura y Quibdó. Para el 2005, 35 educadores colombianos habían viajado a La Habana y en Colombia se capacitaron 3071 rectores de instituciones educativas, jefes de área, coordinadores y profesores, al tiempo que se evaluaron las instituciones públicas en estas poblaciones afrodescendientes. Este análisis fue publicado en el diario el TIEMPO en junio del 2005 titulado “Cuba exporta maestros a Colombia”

Para cerrar esta cronología, el 13 de diciembre del 2019 se firmaron nuevos acuerdos de cooperación educativa entre Cuba y Colombia está vez con el Instituto Central de ciencias pedagógicas de Cuba y la Corporación de ciencias pedagógicas latinoamericanas y del Caribe con sede en Colombia. Se trató de un Acuerdo marco de cooperación y asistencia técnica en el área educativa, por los próximos 4 años, firmado por el actual embajador cubano Luis Ponce Caballero y el Mg. Manuel Villero Pacheco en representación de la mencionada corporación colombiana.

En la página web del ministerio de educación cubano, se registran 2000 convenios internacionales, 52 de ellos ministeriales y el resto bilaterales ínter-universitarios. Estos convenios permiten el intercambio científico y académico de cubanos con sus homólogos en todo el mundo. Estos acuerdos y convenios favorecen el desarrollo de investigaciones científicas, las publicaciones en revistas de alto impacto y la movilidad académica y estudiantil. Entre los países vinculados a tales acuerdos sobresalen México, Nicaragua, Panamá, Venezuela, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Bolivia. También figuran Angola, Mozambique, Etiopía, Sudáfrica, China, Vietnam, España, Portugal, Bélgica, Alemania, Francia y Rusia. Curiosamente, también figura Estados Unidos.

Hábilmente Cuba ha montado una fachada avalada por varios gobiernos, para movilizar fácilmente por nuestro país agentes dedicados al proselitismo y la inteligencia abierta y cubierta. Muchos de los cubanos que fungen como asilados, son agentes de inteligencia del G2 o agitadores encubiertos que como dice la revista Semana, buscan desestabilizar el país.

Sin embrago, el mayor logro cubano fue convertir el Convenio firmado en la Habana en 1994 cuando se reanudaba relaciones en el gobierno de Gaviria, en la Ley de la republica 421 /98 declarada exequible por la Corte constitucional en 1998, que les dio a los cubanos el pasaporte académico para moverse con libertad y sin cortapisa por todo el país. Todo lo anterior, sin tocar el asunto de los enfermeros-médicos cubanos, que merece un capítulo aparte y que también representa un inminente riesgo para la seguridad nacional de Colombia.

Teniendo en cuenta las más recientes informaciones hechas públicas, urge que el gobierno, su ministerio de educación y la inteligencia y contra-inteligencia del Estado, vigilen más de cerca estos convenios educativos.

CR.(RA). DANIEL ACOSTA SALAZAR