Por: Balmore González Mira

El principio universal acuñado  en esa famosa frase de Jean Paul Sartre: “Mi libertad se termina dónde empieza la de los demás”, es absolutamente determinante para concluir que en un estado democrático de derecho, mis derechos terminan donde empiezan los de otras personas y viceversa.

Al parecer está tomando demasiada fuerza la equivocada premisa de que los únicos que tienen derechos son los ciudadanos y que la fuerza pública solo tiene deberes. Una forma grave de avanzar en su desinstitucionalización es pretender hacer creer que ante todo error, abuso, delito o conducta incorrecta que tomen hay que sacrificarlos. Está bien y está claro que cualquiera de estas conductas hay que penalizarlas, condenarlas y ojalá determinar que jamás se vuelvan a cometer. Esa no es la tarea de la fuerza pública, esos son actos independientes, aislados de unos pocos de sus miembros. De ahí a pretender que todo lo que hagan es malo y que lo que hagan los ciudadanos en su contra haya que aceptarlo hay mucho trecho. Valoro supremamente lo que hacen nuestras fuerzas armadas y condeno con toda energía lo malo que hacen los soldados y policías en sus actos de arbitrariedad. Ahora veo como sistemático el accionar de los que pretenden sacrificar a las instituciones por los errores personales de unas minorías, si así actuamos en todos los órdenes hay que cerrar ya las cortes, el congreso, los hospitales y las escuelas, lugares donde han ocurrido hechos y actos oprobiosos.

El título primero de la Constitución Política de Colombia denominado “De los principios fundamentales” reza en el inciso segundo del artículo 2:…Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.” Preguntaríamos tranquilamente, ¿Quién nos protege de los vándalos en las protestas? ¿Si la policía no puede controlarlos como hacemos para que no destruyan la infraestructura y los bienes ajenos?

Empecemos a dar ideas para eliminar o para reformar a toda institución donde cometan errores, así entonces hay que prepararnos para reformar a la policía, a la justicia, a la educación, a la salud, a la iglesia, a la procuraduría, a la dian, al congreso, a las gobernaciones, a las alcaldías, a las………….. Empecemos por reformar el pensamiento de quienes están destruyendo nuestra patria a través de ignorantes incautos que se han convertido en el brazo armado de quienes no nos respetan,  tal vez porque piensan que los únicos derechos son los que proclaman los izquierdos.