El ser humano integral no puede hacer el mal ni actuar inmoralmente, puesto que ha jurado lealtad a su propio espíritu; siempre está apegándose a la ética comprensiva y respeta indefectiblemente lo que es justo.

El gobernante íntegro, del nivel superior, no violará jamás los derechos reales de las personas, dando a cada cual según lo que merece.  Este retrato pareciera definir, a los ojos de muchos, a un sujeto injustamente privilegiado, que de alguna forma no estaría afecto a las prohibiciones que afectan al común de los mortales, ya que, de acuerdo a lo que he expresado, este sujeto puede hacer lo que quiere, a diferencia de otros que parecieran quedar excluidos.

La verdad es que el hacer lo que se quiere, sin más limitaciones que respetar los derechos humanos y de la naturaleza, no es un privilegio, sino una inmensa responsabilidad ya que significa asumir conscientemente los efectos de todas las causas que pongamos en movimiento, vale decir, estar dispuesto a recibir lo que la vida devuelve en virtud de aquello que sembramos en el ejercicio del poder.

El gobernante mediocre, del nivel inferior, está, casi invariablemente, fuera de la legalidad natural, ya que no respeta la regla moral armónica del universo ni la Constitución y las Leyes del orden Nacional, Departamental y Municipal.  Desea lo que no merece, es deshonesto consigo mismo, actúa injustamente, no respeta los derechos de las personas, vive de las mentiras, siembra odio, resentimiento y envidia, está dominado por la rapacidad animal, abusa de los débiles, no se responsabiliza de sus propios actos, miente continuamente, vive para la imagen y en función de la hipocresía, no posee individualidad real, roba cuando puede hacerlo y es un ente mentalmente limitado, porque no logra ver la realidad tal como ésta es, navegando por la vida como un auténtico sonámbulo, desprovisto de compás ético y moral, sin más rumbo que el determinado por sus propias pasiones y codicia.  Esto, si se me permite prescindir de la visión hipócrita e interesada que usualmente empleamos al respecto.

El gobernante mediocre no es el pobre o anónimo; es el sujeto que se constituye en mera y continuada repetición del modelo social predominante, sin identidad interior ni características propias; la clonación psicológica de infinitas imitaciones previas, sujeto hueco y vacío que es una simple proyección de la psiquis colectiva del mundo de la politiquería.  Los ambiciosos creen, muchas veces, que el fin justifica los medios, pretendiendo atropellar toda ley, regla o persona que se oponga a sus designios.  Para comprender mejor este importante asunto me veo en la obligación de presentar una breve lista de “situaciones tipo” en las que el gobernante actúa fuera de la legalidad natural y constitucional:

  1. El que pretende conseguir algo para lo cual no posee un real merecimiento, debido a su falta de calidad ética y moral y el escaso esfuerzo desplegado. De esta forma, lo que desea conseguir “no procede”, porque es ilegal debido a la no existencia de equivalencia igualitaria, vale decir, el desmérito del gobernante excede en mucho lo que quiere tener.    El gobernante que miente para conseguir alguna ventaja personal.  3.  El que se engaña a sí mismo, convirtiendo su conducta en un fraude.  4. El que pretende imponer en forma arbitraria su propia opinión sobre la de otros.  5.  El que no respeta los derechos humanos de los gobernados.  6.  El que posee una imagen absolutamente discrepante con su verdadera condición de gobernante, valiéndose de ella para engatusar al pueblo.  7.  El que estando dominado por sus pasiones inferiores pretende realizar deseos inmorales originados en éstas.  8.  El hipócrita y mentiroso.  9.  El que posee motivaciones inconscientes sucias, aunque no sea consciente de esto.  10.  El que pretende tomarse todo por la codicia y la corrupción sin dar cumplimiento a los principios éticos y morales para desempeñar el cargo.

Existen otras situaciones en las cuales el gobernante no está simplemente fuera de la legalidad, sino que es en verdad un delincuente para las leyes de la naturaleza y la Constitución Nacional y las Leyes de la República.

Cordialmente,

LUIS FERANDO PÉREZ ROJAS           –        Medellín, julio 25 de 2020

1 Comentario

  1. Felicitaciones, ,” Leo el correo y quedó listo.soy un asiduo lector de este Diario virtual, encuentro muchos aciertos en sus publicaciones con la Realidad y la verdad Desnuda Que todos Queremos Escuchar.

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