Por: Balmore González Mira
Mis lectores son los que me piden tocar algunos temas y para mí es de suma importancia lo que me sugieren y por respeto a ellos así lo haré.
Tal vez la palabra educamiento no existe, tal vez, pero es la más precisa que podamos acomodar a la farsa que logramos descubrir los millones de colombianos de lo que hace la federación colombiana de educadores, fecode, con los niños de la patria.
Quedó en plena evidencia que son un cartel de reclutamiento de jóvenes para una causa política y que definitivamente no están en la tarea de educar; al contrario están en la labor de educa-miento, que para nuestro escrito significa reclutar jóvenes a través de la mentira, de crear un movimiento con base en tergiversar la historia, es decir pretender llegar al poder y gobernar con base en mentiras; se comportan como una logia o una secta, que aunque había todos los indicios para calificarlos de multiplicadores y politiqueros del socialismo del siglo 21, han quedado al descubierto con lo expuesto por uno de sus máximos dirigentes, y han “mostrado el cobre“, dejando clara la teoría de que “Colombia sería el país más educado del mundo si los docentes irresponsables se dedicaran a enseñar la mitad del tiempo que se gastan preparando marchas, protestas, bloqueos y paros“.
Son iguales o más canallas que los terroristas que utilizan los niños con armas en las guerras, estos los vienen utilizando directamente a ellos como armas en los bloqueos y actos vandálicos. Si los colombianos que tienen sus niños e hijos en manos de estos “formadores” se pronunciaran como ellos lo hacen, con protestas, deberían salir a las calles a exigir que fecode desaparezca, con el único argumento de que no han hecho lo que por ley les corresponde, enseñar, que llevan año y medio recibiendo un salario que no se han ganado, sin dictar clases y solo planeando la destrucción de la patria. Sinvergüenzas que deberían dejar de lado sus lujos y enaltecer a los Educadores que en pueblos, veredas y caseríos lejanos no han dejado de enseñar a sus alumnos, se han ideado métodos con cartas escritas y hasta mensajes por radio y televisión locales y juegos, porque son verdaderos Maestros que nacieron con la vocación y la mística para enseñar y no para engañar ni defraudar a los niños que esperan todo de ellos.
Millones de colombianos exclamaban anonadados que no podían creer que la segunda fuente más importante de formación de sus hijos, como lo era la escuela, después de la familia, estuviera dirigida por fecode, una minúscula célula instruida por la internacional izquierda socialista y la infamia, y me han llegado múltiples mensajes de amigos docentes, verdaderos maestros, que dicen que no se sienten ni interpretados ni representados por fecode, y que ha quedado al descubierto como la mayor farsa y el peor engaño a las familias más humildes de Colombia y a los educadores más honestos de la patria que son la inmensa mayoría.
Un amigo docente me decía que la otra forma de parar esta infamia es concientizar a los miles de Maestros que también han sido engañados por fecode a retirarse de esa llamada federación con lo cual lo que hacen es cultivar una élite de dirigentes que se convierten en desvergonzados oligarcas con presupuestos inmensos para su derroche y así comenzar a transformar de una vez por todas la desprestigiada educación colombiana.
Es hora de denunciar, como ellos lo hacen, ante todos los organismos internacionales, la utilización de los niños en procedimientos de pre-guerra con fines electorales, instrumentalizados como unos autómatas que repiten sin saber los coros y nombres de los que los mal llamados profesores, les han inducido a decir programática y sistemáticamente, son sus enemigos, y a quienes supuestamente deben derrotar en las elecciones nacionales de 2022. Por mi parte, aporto estas opiniones, que no son sólo mías, si no, como el compendio de la interpretación de los cientos de lectores que me piden elevar esta voz de alerta, también por ellos. En Colombia los padres de familia merecemos respeto y estamos obligados a despertar si no queremos que nuestros hijos terminen incautos en esa ve del marxismo-leninismo o castro-chavista en qué nos los han querido formar. Es hora de despertar Colombia.
Muy cierto, que triste que el buen y alto nivel de educacion que existia lo quieran convertir en volver a nuestros jovenes unos analfabetos de la ciencia y unos expertos revolucionarios y nada menos de la miseria del comunismo.
Comments are closed.