Por: Balmore González Mira
Viendo las imágenes dantescas y leyendo las historias de los estudiantes que errónea, infame e injustamente mueren y otros que quedan amputados por manipular explosivos que preparan para ir a las manifestaciones en las que denominan luchas estudiantiles, se me encharcan los ojos y me lleno de horror de solo pensar que cuando uno de mis hijos sale por la puerta de su casa va hacia un encuentro fatal de estos y no a las aulas de clases como los padres creemos. Miro a mi hija con la misma edad de la niña estudiante que falleció esta semana y me estremece el solo pensar que el adoctrinamiento a que hayan podido llevar a mis hijos en las aulas de clase si quiera los lleve a tener la idea de hacer bombas explosivas artesanales para cargar en sus bolsos dónde solo deben haber cuadernos para escribir sus tareas, libros para crecer sus conocimientos, lápices para dibujar su futuro y borradores para borrar sus errores.
En 2019 recuerdo con dolor profundo el joven que se inmoló y perdió su vida en una motocicleta en Medellín cuando iba con su bolso lleno de estos malditos artefactos para estallarlos contra la policía, después se supo de la cantidad de actividades que hacía, de su capacidad de hacer trabajo social, de su inteligencia, de esa misma inteligencia de la que se aprovecharon para utilizarlo en una guerra ajena. La lucha estudiantil es con ideas, no con explosivos.
Stefany, la estudiante que falleció esta semana antes que cualquier cosa era una niña, una hija, una artista, una bailarina, gran pintora y una mujer llena de sueños. Stefany no era una terrorista; terroristas la que la estaban utilizando. Esos bárbaros que lograron que en este mismo caso otro joven perdiera sus dos manos y que otro más padeciera de quemaduras en la mayor parte de su cuerpo. Preparaban bombas, manipulaban pólvora maldita. Y no sólo sus cuerpos, sus manos, sus vidas destruidas, sino también las de sus familias, la de sus madres, sus padres, hermanos y familiares.
Por eso insistimos en que haya miles, millones de estudiantes luchando y cero terroristas matando.
