Por: Alfonso Pérez Gutiérrez

Nunca he publicado un artículo sobre política, y tampoco me gusta por razones personales, pero acá hago la excepción, siendo muy objetivo.

Hace unos días llego una señora de Francia, con la idea supuestamente de estar entre las víctimas del conflicto armado, de un momento a otro se unió al grupo coalición  de la esperanza, sin ningún interés, por esos mismos días, le reconocieron personería jurídica a su partido verde oxígeno, y la verdad no sé por qué, lo mismo que se la reconocieron a otros partidos, como por arte de magia, siguiendo la historia, esta señora resulto ser la vocero de dicha coalición, y se postuló para ser candidata al senado de la república, pero como que no le gusto, y entre a formar parte directa de la coalición, es decir, entraría como precandidata, para medirse en la consulta del mes de marzo.

Pero resulta que esta señora, no le gustaron algunas amistades y/o respaldos que le daban a sus compañeros de coalición, razón por la cual, les dio un ultimátum, de que si no dejaban a estas personas que venían a apoyarlos ella se retira de la coalición.

Efectivamente después de unas tires y aflojes, y hasta algunas salidas altas de tono, se retiró de la coalición.

Inmediatamente, dice que se va de candidata por su partido verde oxígeno.

Eso está bien, ya que así lo tenía pensado desde el principio.

Acá caben muchos interrogantes:

¿Sera posible ganar unas elecciones sin respaldo político?

¿Sera que esta señora sabía que si iba a la consulta perdía?

¿Sera que esta señora entro a la coalición, para que algunas personas la conocieran o de pronto que la recordaran?

¿Sera que esta señora si conoce los problemas del país, ya que lleva viviendo en el exterior 20 años?

Muy raro.

Hablando de las coaliciones, y otros precandidatos, que ya se creen presidentes casi todos, los miro y me desanimo, no he visto un solo precandidato, de los que están en campaña abierto, que tenga soluciones concretas para los males del país, solo veo diagnósticos, que todo está mal, que no hay empleo, que no hay seguridad, que no hay salud., etc., y de ahí no pasan.

En conclusión, los veo a todos dando diagnósticos y ninguno da soluciones.

Solo dicen las cosas que todo Colombia las sabe.

Qué campaña tan fría en ideas,

 

COLETILLA. ¿Sera que con el pago de la plata por las aseguradoras de Hidroituango, se acaba todo el enredo? Puede que sí o puede que no.

ALFONSO PEREZ GUTIERREZ