Por: Balmore González Mira
El domingo 17 de abril de 2022 asistimos a la convocatoria de protesta social para bloquear una vía, más inaudita que hayamos conocido en el territorio colombiano; unos habitantes de San Cristóbal, corregimiento de Medellín, a quienes respetamos y apreciamos inmensamente, convocaron, según leímos en unos avisos por redes sociales, a un plantón – bloqueo de la vía a Santa fe de Antioquia- Medellín a la altura del ingreso al corregimiento; su protesta estaba fundada en que unos agentes de tránsito se estaban parando a veces en el acceso a la vía y les estaba impidiendo su libre tránsito; lo que creemos es que estaban protestando porque los agentes del orden vial estaban evitando que cometieran usos y abusos en dicho lugar, y que quiénes conocemos y usamos esta vía diariamente, sabemos que permanentemente son violadas las normas prohibitivas de tránsito tanto de cruce en la misma, como del giro en U para retornar en ambos sentidos, más hacia Medellín que al Occidente.
Esta “protesta social” sin fundamento, nos lleva a reflexionar y a pensar que qué tal que los ladrones de los barrios de la comuna del centro de Medellín un día de estos salgan a protestar porque la policía no los deja “trabajar” o qué tal que los delincuentes salgan y bloqueen las vías porque los jueces los están condenado por cometer delitos; esta pregunta también va dirigida al porqué la autoridad, la policía y también podría actuar ahí el ejército si esto fuese zona rural, no entra a desbloquear inmediatamente estas vías de hecho, por qué no entra actuar o a evitar que esto pase, por qué las primeras imágenes fueron de una 20 o 30 personas bloqueando la vía. Y nos preguntamos dónde están los derechos de los miles de ciudadanos que retornan a la ciudad de Medellín desde occidente y desde Urabá con largas horas de viaje y de trayecto; y dónde están los derechos de la gente que tenía que transportarse de Medellín hacia el occidente y dónde están los derechos de todos los niños que iban y venían y de los ancianos que transportaban y de los enfermos que traían de diferentes lugares de la geografía occidental y urabaense y hasta del suroeste que venían por la vía Bolombolo -Santa fe de Antioquia. Pobre pueblo si seguimos permitiendo que unos poquitos abusen del derecho a la protesta y que a nuestra fuerza pública se le señale como violadora de derechos humanos cada que vaya a disolver una manifestación absurda como la que hemos descrito en esta columna de opinión, que realmente es una columna de protesta social. Lo que realmente nos queda es el apoyo a nuestra fuerza pública para que podamos restablecer el orden ciudadano, de lo contrario, ¡ten misericordia de nosotros Señor!
