Por: IVÁN  ECHEVERRI  VALENCIA

Los refranes son frases o dichos de uso común inherentes a las culturas; la mayoría son creaciones anónimas que se han trasmitido de generación en generación, con los cuales se deja una enseñanza, una experiencia, un pensamiento, una reflexión un juicio o maneras de entender la vida. Son saberes que han llegado hasta nuestros días y que debemos conservar

El refrán existe en todos los idiomas, no tiene jurisdicción,  no tiene límites, ni paternidad, nace de las experiencias, hablan de la vida real y de la interrelación coloquial y sencilla entre las personas en el seno de una comunidad.

Nuestro país por su diversidad geográfica, étnica y cultural, ha sido terreno fértil para los dichos y expresiones populares, pero, que con el paso de los años, las nuevas costumbres, la evolución del conocimiento y de los pensamientos; han ido perdiendo vigencia con las nuevas generaciones.     

El estudio de los refranes, proverbios y dichos, se realiza mediante una disciplina llamada la paremiología, en la que se da cuenta de algunas experiencias históricas y sociales como el “aquí fue Troya”. Troya ciudad de Asia, destruida por los griegos mediante la construcción de un gigante caballo de madera en donde se ocultaron las tropas que la arruinarían.

Hacer una tempestad en un vaso de agua”, tiene que ver con la enemistad de los romanos Mario y Silla y que se extendió por todo el Mar Egeo.

La expresión “tener ínfulas” en Roma era costumbre adornar las divinidades con múltiples cintas o ínfulas según el mérito del Dios, no tenerlas era restarle importancia.

“Hay moros en la costa”, expresión española de advertencia de un peligro inminente  

Meterse en camisa de once varas”, un refrán que hace alusión  a las adopciones y lo peligroso que se constituía en traer a la familia personas extrañas.

Tener velas en el entierro”, se refiere al ritual de llevar a un velorio un cirio; de no llevarlo nació la expresión “No tener velas en el entierro”.

“Hacer castillos en el aíre”, es una transformación bíblica de Mateo de “Edificar en la arena”

Las paredes tienen oídos”, la reina Catalina de Medicis, ponía  conchas acústicas en las paredes para escuchar los comentarios que de ella hacían los súbditos; a causa de esto se originó la masacre de los hugonotes.

Una mujer de muchas campanillas”, era costumbre colocarle a los vestidos de las mujeres polonesas unas campanas para advertir con el sonido su presencia. Ahora se entiende como mujer de  mucho abolengo o excelente comportamiento.

El refrán “Lanza, no te caigas al suelo que nos comen los pijaos”, se entiende como una alarma frente a un peligro. Procede del cacique Baltazar convertido al cristianismo, que acabó con las tribus de los pijaos y dio muerte al cacique Calarcá.

“Para  buenos conservadores los liberales de Rionegro”, frase expresada para significar el tradicionalismo de su feligresía por parte de un párroco de ese municipio.

De la violencia política vivida en Colombia, surgieron los dichos “el corte de franela” y “pasar al papayo”,  que significa decapitar al contrario o el fusilamiento a mansalva.

Dar lora”, se ha entendido a la persona que se pone en ridículo y que provino de un español que olvidó una parte del prólogo que le correspondía interpretar en una obra teatral.

De acontecimientos banales surgen dichos y refranes que hacen parte del folclore, como “Ai  no hay tutía que valga”, se habla de la tía que defiende a los sobrinos de un castigo.

“Estar salado”, lo entendemos como mala suerte y nos remite al pasaje bíblico que comenta de salar la tierra y convertirla en una parcela improductiva.

“A palo seco”, se usa en una fiesta aburrida en la que no se ofrezca licor.

“Más vale solo que mal acompañado”, recomienda prescindir de las malas compañías.

“No todo lo que brilla es oro”,  no se puede confiar en las apariencias.

El Quijote es la gran obra literaria  que contiene ingeniosos refranes que hacen parte de nuestro rico idioma. Cabe recordar algunos: “El que ve la mota en el ojo ajeno, vea la viga en el suyo “; “Nunca segundas partes fueron buenas“;” De el dicho al hecho hay gran trecho”; “A abrazo partido”; “La codicia rompe el saco”; “Sé templado en el beber, que el vino ni guarda secreto ni cumple  palabra”.

En la situación actual de nuestro país, caben como anillo al dedo varios refranes: ”La necesidad no tiene ley”; “Se armó la gorda” ; “El ladrón juzga por su condición”; ”El que con muchacho se acuesta mojado, amanece”;  “Unos cardan la lana y otros cargan la fama”; “ La ocasión la pintan calva”; ”Por la boca muere el pez”; ”No se mueve la hoja de un árbol sin la voluntad de Dios”; ”Del agua mansa me libre Dios, que de la brava me libraré yo”;  ; “A Dios rogando y con el mazo dando”; “Encender una vela a Dios y otra al diablo”; “Es mejor la seguridad que la policía”; “En río revuelto ganancia de pescadores”; “Cada cual pesca para su costal”; “El que entre la miel anda, algo se le pega”; “A palabras necias, oídos sordos”; ”No decir ni mu”; “Porque te quiero, te aporrio”

Hay refranes de tinte legal: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios; “Con la vara que midas serás medido”; ”El que inocentemente peca, inocentemente se condena”; ”El que la hace la paga”; ”Es mejor un mal arreglo que un buen pleito”; “La costumbre hace la ley”; “ Hecha la ley, hecha la trampa”; “La ley es para los de ruana”; ”La ley del embudo: lo amplio para mí y lo estrecho para ti”; “No hay que confundir la libertad con el libertinaje”.

Hay infinidad de refranes por lo que nos haríamos interminables, pero que vale  la pena recordar otros: “El mal trabajador le echa la culpa a la herramienta; “La necesidad tiene cara de perro”; ”Ir por lana y volver trasquilado”; “Zapatero a tus zapatos”; ”Hombre prevenido vale por dos”; ”El que tiene boca se equivoca”; ”Más vale algo que nada”; ”Para morir no hay afán”; ”Nadie da lo que no tiene”; “Cada loco con su tema”; “Ponerle el cascabel al gato”.

El refranero como acervo cultural y como identidad de una sociedad que se mantiene viva en la memoria, debe ser perpetuado como elemento necesario para el aprendizaje y la enseñanza de nuestro idioma.