Ello puede ocasionar aplausos e inclusive premios, como el anunciado, pero el problema de fondo seguirá latente, creciendo y amenazando la estabilidad, permanencia y futuro de nuestras generaciones venideras”.

Por: Héctor Jaime Guerra León*

Es importante resaltar que el ser humano ha venido, en medio de la confusión generada por los egoísmos y la desaforada ambición, propios de los capitalismos salvajes que se han venido imponiendo en las últimas décadas, generando su propia autodestrucción, pues estamos deteriorando de una manera ininterrumpida y alarmante la casa que por orden natural se nos ha regalado, la tierra.

La explotación desaforada de los recursos naturales, renovables y no renovables, nos está llevando a un abismo de zozobra y de conflicto con la naturaleza misma, de lo cual nos será muy difícil salir, sino actuamos diferente, respetando nuestros derechos y las obligaciones que tenemos con el medio ambiente y nuestro hábitat natural.

Se requiere, con urgencia, la asunción de políticas públicas, sociales e individuales más comprometidas con el futuro y bienestar de las nuevas generaciones; pues de seguir así, pronto llegará el día que la madre tierra deba ejercer sus propias acciones correctivas, como en efecto ya está sucediendo, con los fenómenos de cambio climático y calentamiento global, haciendo que la raza humana, como la de muchos otros animales y seres vivos, vayan entrando al penoso proceso de deterioro y desaparición, como ya ha ocurrido con muchas especies (animales y/o vegetales).

A pesar de que contrario a lo que se ve y realmente ocurre aquí en nuestro territorio, el mundo tiene –según se observa- a nuestra nación, como a uno de los Estados que más defiende y promueve el medio ambiente con la ejecución de políticas públicas que van encaminadas –dicen- a su conservación, defensa y protección. Ello queda claro con la asignación del Premio Internacional a la Conservación, entregado por el Instituto ICCF Teddy Roosevelt al presidente en medio de su estadía en Nueva York en su reciente visita a EE. UU (El tiempo virtual del 21 de septiembre de 2021) El galardón fue un reconocimiento a su política de ‘Producir Conservando y Conservar Produciendo’ y a su gestión para la expansión del Sistema de Áreas Protegidas, entre otros compromisos con el medio ambiente, dijo ese medio de comunicación.

Con todo respeto, no sé cómo pudimos lograr que nos dieran ese premio, porque –a mi juicio- me parece que no lo merecemos. Me parece que su otorgamiento debió ser más un llamado a lo que debemos hacer que por lo que hemos hecho en ese sensible tópico de la vida nacional e inclusive internacional, la defensa del medo ambiente, asunto en el cual estamos realmente muy mal.

La verdad que nos alegra por el señor presidente, pues debieron ser muy convincentes y grandes los esfuerzos para lograr que nuestro país alcanzara ese sitial de privilegio, ante una organización como la mencionada; pero la cosa no es para tranquilizarnos, pues para nadie es un secreto la triste y real situación que en esta materia viene aconteciendo al interior del territorio nacional. Nuestros ríos siguen siendo víctimas, al igual que los pobladores lugareños, del brutal impacto de la minería ilegal, de la indiscriminada tala de la escasa selva, que en comparación al pasado, aún nos queda; pues la tala de bosques –para el delictual saqueo de sus maderas y la siembra masiva de cultivos ilícitos, es inmisericorde y sin control gubernamental adecuado y mucho menos eficaz. Más bien pudiera decirse que el Estado en ese tema ha sido – por su inoperancia e ineficiencia en el control- cómplice de todos estos desafueros y daños que en materia ambiental se le han venido ocasionando al territorio nacional.

Entonces, así las cosas, lo que está pasando en materia de medio ambiente no es algo así como para que la sociedad, el Estado y los gobiernos, sigan tan desentendidos, como usualmente hacen, frente a este tipo de situaciones; pues, aunque muchos aún no crean, este es realmente un tema de supervivencia planetaria y, por lo tanto, de la humanidad y la vida misma y no es suficiente ni serio atender tan delicado asunto con meros anuncios políticos y demagógicas promesas electorales, como suelen tratarse estos temas en Colombia. Pues ello puede ocasionar aplausos e inclusive premios, como el anunciado, pero el problema de fondo seguirá latente, creciendo y amenazando la estabilidad, permanencia y futuro de nuestras generaciones venideras.

*Abogado Defensoría pública- regional Antioquia. Especialista en Planeación de la Participación ciudadana y el Desarrollo comunitario; en Derecho Constitucional y Normatividad Penal. Magíster en Gobierno.