(El Lopista)

Por: Berardo Gutiérrez

El liderazgo se fundamenta en la persistencia por alcanzar nobles propósitos de beneficio común. No hay liderazgo en la maldad. Perder en la democracia sin retaliación hace parte de un gran liderazgo. Perder en lo personal para ganar en el colectivo, hizo que Bernardo Guerra Serna ganara gran espacio político en Antioquia, y luego en todo el país.

En 1964 Guerra Serna deja la Asamblea de Antioquia y llega a la Cámara de Representantes, con lo que empieza su vida política nacional desde el congreso de la república. Llega a la Cámara siendo cabeza de lista en el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) que lideraba Alfonso López Michelsen. Desde la Asamblea de Antioquia y luego en la Cámara, Guerra Serna lideraba en Antioquia el “Lopismo”, condición con la cual enfrentó al “Llerismo”, línea política del partido liberal que lideraba el expresidente del Frente Nacional Carlos Lleras Restrepo.

Entre Lopismo y Llerismo había una disputa electoral como si fuera entre descamisados y gente de bien, o gente de pueblo y gente de ciudad, o entre gente de poca cultura y los notables; pues el Socio Guerra venía del municipio de Peque y los otros eran de ciudad. Esa lucha electoral la ganó de lejos Guerra Serna. En esos tiempos se dijo que Bernardo Guerra Serna había sacado el Partido Liberal del Club Unión y lo llevó a las calles, a los barrios, a los pueblos y veredas. Y así se propuso llevar a sus partidarios a niveles de ejercicio político y administrativo al que solo llegaban algunos indianos. Y hubo concejales, diputados y congresistas, alcaldes y gobernadores, venidos de otras latitudes. La política en Antioquia empezó a cambiar y el “Socio” edificaba mayorías liberales en todos los rincones del departamento. Hoy siguen llegando descamisado a cargos y círculos de la alta política. Pues, ya se volvió costumbre.

En política nunca se deje contar nunca por debajo, salvo que el contradictor sea de mayor porte político, decía Guerra. Por eso se enfrentó a Carlos Lleras Restrepo en listas al concejo de Medellín en 1973: El “Socio” Guerra encabezaba lista por el Lopismo y el expresidente encabezaba la suya. Barrió el “Socio”; los resultados fueron abrumadores a su favor. Así Lleras contribuyó a consolidar el liderazgo lopista de Guerra Serna en Antioquia.

Pero sus gestas políticas regionales también tenían resonancia en el congreso de la república. Allí se dieron cuenta de las habilidades del “Indio Guerra” para manejar la cosa política, y no en pocas veces organizó acuerdos para hacer mayorías en las elecciones de Contralor General de la República y Procurador General de la Nación, las mesas directivas de Senado y Cámara y Designado a la Presidencia (una figura con algún parecido con la Vicepresidencia). Bernardo Guerra Serna llegó a coordinar una importante bancada de congresistas de todo el país, principalmente la bancada costeña. Hablar con Guerra Serna para el trámite de alguna decisión política en el congreso, era un punto de éxito en la gestión.

Su capacidad de maniobra en el senado como en la cámara estaba apuntalada en el número de miembros que aportaba desde Antioquia a una y otra cámara; llegó a tener cuatro senadores y ocho representantes. Todos actuaban a una sola voz. Por eso se llegó a decir que el meridiano de la política en Colombia pasaba por Antioquia. Grandes personajes de la vida nacional hacían antesala en la “Casa de Mármol” para hablar con el “Socio Guerra”; ni Virgilio Barco fue la excepción, cuando aspiraba a ser candidato presidencial por el Partido Liberal.

De manera metódica se propuso ser presidente del Senado cuando otro antioqueño era el nuevo Presidente de la República: Guerra Serna posesionó a Belisario Betancur Cuartas. El Lopismo fue derrotado en esas elecciones presidenciales con la ayuda de muchos liberales y otras fuerzas que empezaban a retar al poder político en Colombia. López Michelsen, que había derrotado en la consulta del partido liberal a Lleras Restrepo, fue luego derrotado por el conservador Betancur Cuartas.

El “Indio Guerra” recorriendo los caminos de occidente, después de bajar de las montañas del municipio de Peque, venía cargado de sueños; el horizonte de su camino no lo dejaba ver la meta, sabía que era lejana, pero dando el primer paso ya se acortaba la distancia. Entendió que llegar al congreso era cuestión de andar el camino, y ese camino no era el Frente Nacional, era bajo la sombra del Partido Liberal en MRL de López Michelsen. Se puede afirmar que Bernardo Guerra Serna fue el más grande congresista del Lopismo.