POR: IVÁN DARÍO RUIZ RUIZ
De cara a las elecciones al Congreso para el periodo 2026~2030, es imperativo reforzar los mecanismos que aseguren la transparencia y confianza en el sistema electoral.
La Registraduría Nacional del Estado Civil y el Consejo Nacional Electoral (CNE) son las entidades encargadas de organizar y vigilar los procesos electorales en el país. El CNE, compuesto por nueve magistrados elegidos por el Congreso, tiene funciones como velar por el cumplimiento de las normas electorales, realizar los escrutinios oficiales y reconocer la personería jurídica de partidos y movimientos políticos .
A pesar de los esfuerzos institucionales, en las elecciones de 2023 se registraron 48 casos de fraude en la inscripción de cédulas, principalmente en los departamentos de Meta, La Guajira y Bolívar . Además, se denunciaron situaciones donde 446 jurados de votación habrían emitido su voto en más de una ocasión durante los comicios territoriales .
Para las elecciones de 2026, el registrador Hernán Penagos destacó la necesidad de que entidades como la Fiscalía y la Contraloría desempeñen roles activos en la vigilancia electoral, enfocándose en combatir delitos y supervisar el uso adecuado de los recursos públicos en las campañas .
La implementación de reformas políticas y electorales es esencial para fortalecer la democracia. Propuestas como la financiación estatal exclusiva de campañas, la adopción de listas cerradas y paritarias, y la autonomía de la autoridad electoral buscan transformar un sistema afectado por la corrupción y promover una representación más equitativa .
En conclusión, el control electoral es vital para asegurar la transparencia y legitimidad de las elecciones al Congreso en Colombia. La colaboración efectiva entre las instituciones del Estado y la sociedad civil es crucial para consolidar una democracia sólida y confiable.
Para mitigar el riesgo de fraude en las elecciones de Colombia, es esencial implementar una serie de estrategias de control electoral que fortalezcan la transparencia y la integridad del proceso democrático. A continuación, se detallan algunas medidas clave:
1. Fortalecimiento de la educación cívica y electoral: Es fundamental educar a la ciudadanía sobre sus derechos y deberes electorales, así como sobre la identificación y denuncia de irregularidades. La fiscalía general de la Nación ha implementado estrategias de educación electoral para la prevención de delitos e irregularidades electorales, como el programa i-electo.
2. Implementación de tecnologías seguras en el proceso electoral: La adopción de sistemas tecnológicos con características de seguridad avanzadas puede dificultar la falsificación y el uso no autorizado de documentos electorales. Por ejemplo, la inclusión de números de serie y marcas de agua en las credenciales electorales ayuda a prevenir duplicaciones y fraudes.
3. Monitoreo y control del financiamiento de campañas: Es crucial establecer mecanismos de verificación y control externos de la actividad económica-financiera de las organizaciones políticas. La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) tiene la función de supervisar y controlar las finanzas partidarias para garantizar la transparencia en el uso de recursos durante las campañas.
4. Participación activa de la sociedad civil en la observación electoral: Organizaciones como la Misión de Observación Electoral (MOE) en Colombia desempeñan un papel esencial en la capacitación de ciudadanos para la observación electoral y en la denuncia de irregularidades. La MOE ha desarrollado plataformas como “Pilas con el Voto” para facilitar la participación ciudadana en la vigilancia del proceso electoral.
5. Cooperación interinstitucional para la prevención y sanción de delitos electorales: La colaboración entre entidades como la fiscalía general de la Nación, la Policía Nacional y el Consejo Nacional Electoral es vital para detectar, investigar y sancionar conductas que atenten contra la integridad del proceso electoral. La Política Criminal Electoral 2022-2025 establece lineamientos para fortalecer esta cooperación y combatir la criminalidad electoral.
6. Actualización y depuración del censo electoral: Mantener un registro de votantes actualizado y preciso es esencial para prevenir fraudes como la suplantación de identidad y la inscripción irregular de cédulas. La Registraduría Nacional del Estado Civil debe implementar procesos continuos de depuración del censo electoral para garantizar su integridad.
7. Sanciones efectivas y disuasorias para delitos electorales: Establecer y aplicar sanciones contundentes para quienes cometan delitos electorales es fundamental para disuadir conductas fraudulentas. La Ley 1864 de 2017 en Colombia tipifica y endurece las penas para diversas conductas que afectan la transparencia electoral.
La implementación efectiva de estas estrategias requiere el compromiso y la colaboración de todos los actores involucrados en el proceso electoral, incluyendo instituciones del Estado, organizaciones políticas y la ciudadanía en general. Solo a través de un esfuerzo conjunto se podrá garantizar la integridad y legitimidad de las elecciones en Colombia.
Los candidatos y partidos políticos desempeñan un papel crucial en la promoción de la transparencia y la integridad del proceso electoral en Colombia. A continuación, se presentan algunas estrategias que pueden implementar para prevenir y controlar posibles fraudes electorales:
1. Capacitación de testigos electorales: Formar y desplegar testigos en cada mesa de votación para supervisar el proceso, garantizar el cumplimiento de las normas y reportar irregularidades.
2. Transparencia en la financiación de campañas: Declarar de manera completa y oportuna todas las fuentes de financiamiento y gastos de campaña, evitando aportes ilegales o no registrados.
3. Uso responsable de tecnologías digitales: Utilizar plataformas digitales para promover propuestas y comunicarse con los electores, evitando la difusión de noticias falsas o campañas de desinformación.
4. Participación en auditorías del proceso electoral: Colaborar con las autoridades electorales en la revisión y verificación de los resultados, asegurando la transparencia y confiabilidad del escrutinio.
5. Educación y movilización de votantes: Informar a los ciudadanos sobre la importancia de su voto y cómo ejercerlo correctamente, fomentando una participación informada y consciente.
Al adoptar estas estrategias, candidatos y partidos contribuyen a fortalecer la democracia y la confianza en el sistema electoral colombiano.
por Iván Darío Ruiz Ruiz
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