Luis Alfonso Pérez Puerta.
En un mundo lleno de ruido y distracciones, es fácil perderse en la búsqueda de la verdad y la iluminación. Como un alumno espiritual, me he encontrado atrapado en este valle de muerte, simbolizado por el amuleto de la calavera. Sin embargo, una voz suave me ha guiado hacia el camino espiritual, y he descubierto que lo esencial es seguir el camino verdadero hacia Dios, lo demás es secundario.
El concepto del wu-wei, o “no-hacer”, es un principio fundamental en la filosofía taoísta. Nos invita a dejar de lado la resistencia y la lucha, y a fluir con la naturaleza y el momento presente. La imagen de la tortuga es especialmente poderosa, ya que nos recuerda que la perseverancia y la constancia son clave para avanzar en nuestro camino.
En mi búsqueda espiritual, he decidido iniciar el proceso a través de las fases del Silencio. Comenzaré con la escucha y lectura sin juicio, seguido de una comunicación mínima y un aprendizaje a expresarme de manera concisa. Luego, realizaré un ayuno de Palabra durante un día, absteniéndome de hablar lo más posible. Finalmente, tomaré el voto de silencio por 7 días, permitiéndome escribir, leer y escuchar música al principio.
A través de este proceso, espero encontrar la paz y la armonía en medio de la complejidad y la incertidumbre de la vida. El camino verdadero no es uno de logros y éxitos externos, sino de autenticidad y coherencia interna. Es el camino de la simplicidad, la humildad y la aceptación. Y así, con fe y confianza, seguiré adelante en mi búsqueda espiritual.