DISRUPCIÓN LABORAL

Por: Misael Cadavid MD

Los trabajos del futuro ya llegaron y cada vez se necesitarán más personas para suplirlos, esta es la realidad que nos trajo la pandemia.

La crisis sanitaria ha tenido un efecto diverso en el mercado laboral. Aceleró procesos que se tenían estipulados para las próximas décadas; pero también aclaró el panorama sobre cuáles son los puestos de trabajo que realmente se requieren y de  cuales también se podría prescindir.

Indiscutiblemente la 4ta revolución industrial llegó para quedarse.

En la agenda política en el futuro inmediato, es necesario mejorar los programas de capacitación y de cualificación laboral para hacerle frente a los nuevos retos, antes que se materialicen los grandes cambios que ya empezaron a darse.

La calidad de la formación para el trabajo es el estándar de oro. Si se enseñan habilidades u oficios que serán exitosos en unos años, se evitarán los altos niveles de desempleo que se prevén en caso de no planificar en esa dirección.

Por ejemplo es necesario formar personas en turismo accesible, reputación online, programación de soluciones informáticas, digitalización, inteligencia artificial, impresión 3D,psicología del consumidor, administración de servicios en la nube, arquitectura en tecnologías de la información, desarrollo de software, administración de bases de datos, Ingeniería en biga data, diseñadores web y en general todas las ciencias de la computación.

El Covid 19, se convirtió en él abrebocas para esta disrupción laboral. Un demoledor informe de Bloomberg del Banco de Inglaterra, estipula que alrededor de 50 millones de empleos, en su mayoría del sector servicios, podrían sucumbir a la automatización y ampliar la brecha entre ricos y pobres, entre estos se destacan : Relojeros, zapateros, operarios de metales, cocineros de comida rápida, bibliotecarios y documentalistas del papel, taxistas tradicionales, conductores, domiciliarios, cajeros y en general administrativos bancarios, agentes de viaje, personal de atención al cliente, vendedores de teléfonos, operarios de imprenta, personal de venta de boletas, operarios textiles, carteros, árbitros deportivos, telefonistas ( prácticamente extintos ),operadores de máquinas industriales, fotógrafos, instaladores de equipos eléctricos, técnicos ferroviarios, corredores de bolsa, contadores, bacteriólogos, meseros, pilotos y conductores, asesores legales, vendedores de almacén, etcétera.

Si bien esto no sucede de la noche a la mañana, si implicará que el 25% de las personas en el mundo deberá hacer borrón y cuenta nueva en sus labores.

En conclusión, el trabajo del futuro ya llegó, y es momento que el país y sus dirigentes enfrenten esta realidad. La tarea está también en manos del sector educativo, que deberá formar a los trabajadores en las habilidades que se requerirán, hay que avanzar en políticas claves, para que haya una sinergia entre instituciones educativas, empresas y ciudadanos.

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