Por: Sergio Enrique Ortiz Gil | ortizgil.sergioenrique@gmail.com

Con ocasión del acontecimiento natural que vive el país y el mundo ocasionado por el COVIC-19, pareciera que el todo se detuvo y de allí afloran no solo las necesidades sino que además encontramos que debemos centrarnos en iniciativas que conlleven a las estrategias para el desarrollo de muchas actividades que se pueden manejar en línea con el ciudadano.

La crisis desatada está presentando una dura prueba para medir que tan digitalizadas están las entidades públicas, pero sobre todo, que tan conectados y ligados nos encontramos por la digitalización.

En este sentido, encontramos que la mayoría de las entidades no estaban preparadas, en términos de capacidad tecnológica ni cultura organizacional, pues muchas veces los gobernantes veían esto como un gasto y no como una inversión, pues nunca se pensó en una crisis de esta magnitud.

Hace falta que todas las entidades se vuelvan competitivas en todo el  territorio, donde sigan el ejemplo de aquellas que con acierto han trazado ya un camino en lo digital aprendiendo de los aciertos y desaciertos que han vivido, para evitar repetirlos, volcándonos todos hacia el propósito de una cultura digital en pro de las necesidades de los ciudadanos.   Aquí la cultura juega un papel importante, la cultura a estar conectados, atentos y a disposición del otro. La cultura de la autogestión, la horizontalidad que demuestren herramientas eficaces,  capaces de demostrar que la cultura no es decir sino hacer, cambiar la cultura del trabajo, entendiendo los nuevos modelos de trabajo, como trabajo en casa o teletrabajo, es desde allí donde los beneficios de la digitalización harán  que las viejas jerarquías que muchas veces ralentizan la toma de decisiones se vean avocadas al cambio, y se conviertan en autogestores del trabajo y de la vida por el beneficio de los demás.

Una de las necesidades primordiales para lograr el desarrollo de actividades diarias en las instituciones seria contar con la digitalización de expedientes, las cuales como expectativas del rendimiento en la inversión, ofrecen de manera oportuna que los particulares puedan obtener de forma inmediata la información solicitada, cultivando así la cultura cero papel.

Los gobernantes deben repensar el mañana y para eso deben existir esfuerzos que prioricen estratégicamente esta alternativa de digitalización.

Y es que la iniciativa digital en las entidades conlleva a entender que como proyecto, el mismo no sea a largo plazo sino a mediano plazo, para lograr como enfoque centrado en resultados, el logro de la racionalización de inversión en el sector y el avance significativo, generando la seguridad de que el trabajo de las entidades va dirigido a la verdadera transformación digital que capture y procesa información día a día, a través de documentos físicos que generara la suficiente confiabilidad en toda la información que podrá ser validada en combinación con el flujo de trabajo de los servidores de las entidades, lo cual servirá entre otros para la medición de tiempo en las actividades diarias.

La trasformación digital solo ha sido posible a través de gobiernos visionarios lo cuales ven que el futuro cercano esta no solo en la digitalización como reto y oportunidad, sino como cultura para la educación digital con proyectos como la universidad digital, la cual  involucra todos los elementos necesarios para la optimización de procesos que se gestionan digitalmente.

Con el COVIC-19 encontramos como ese esfuerzo implementado a través de la digitalización de expedientes y documentos realizado en la Gobernación de Antioquia durante la administración del Doctor LUIS PEREZ GUTIERREZ genera no solo la credibilidad y el compromiso que se tuvo con la población antioqueña, la cual hoy puede acceder a muchos documentos que se encuentran digitalizados, decisión que en buena hora fue tomada para garantizar la confiabilidad y durabilidad de la información, esto como aplicación al principio de publicidad, por lo cual hoy más que nunca se debe seguir con esta cultura de lo digital pensando siempre en la personas y en sus necesidades, por lo cual centrándonos en ellas siempre se estará acertando desde lo público, de allí que la digitalización sea la ruta al progreso del territorio y la garantía del derecho de acceso a la información.