BIENVENIDA LA TILDE QUE SE LE HABÍA PERDIDO A “SÓLO”

-CUENTO-

Durante toda su vida de adverbio, a sólo” sólo lo distinguíamos por su tilde. Desde 2010, empecé a sentirme “solo” sin tilde y confundido, porque al “sólo” le quitaron su tilde. Pasados 12 años, veo ahora de nuevo a la tilde montada en sólo con tilde, tal como se veía siempre. Con sólo con tilde saber, que se había encaramado de nuevo la tilde sobre sólo con tilde, dejé de sentirme solo sin tilde como sólo con tilde feliz y amparado me mantenía antes.

Sin ambigüedades, cuando solamente me parece muy larga, para eso hicieron a sólo con tilde y viceversa. Y si no puede reemplazarse por solamente es porque se refiere a otro “solo” falto de compañía, pues ese “solo” sin tilde no tiene quien lo ampare. En este caso usaríamos el otro solo sin tilde, que le dicen adjetivo y que nos permite la variedad de géneros y plurales: solo o sola, solos o solas que, tan solos y solas tienen que vivir, que no les acompaña ni siquiera una humilde tilde, porque si estuviera allí, se convertiría en un “sólo” acompañado, al amparo de una tilde que nada tiene que hacer allí, pues lo que haría con esa tilde, sólo serviría para confundir!!! MPG – 2023