POR: LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS

 Hay que respetar el derecho de los pueblos a elegir sus gobernantes de manera independiente y su camino de desarrollo integral, para defender la equidad y la justicia nacional.

Hoy, me complace en sumo grado, como ciudadano de a pie, de tener la oportunidad de exponer los ejes fundamentales que, a mi juicio nos motivan a votar, muy a conciencia y libertad, para dignificar la Colombia democrática que nos arropa y nos brinda la oportunidad de ser libres y verdaderos dueños de nuestra patria colombiana:

  • El próximo 29 de mayo, el pueblo decide voluntariamente el fortalecimiento de la paz, la justicia, la democracia y la libertad; la siembra de una nueva esperanza y la gran renovación por las ideas pluralistas y edificantes, para construir una nueva visión de país y un moderno proyecto de nación.
  • Colombia vive, hoy, en una época de cambios caleidoscópicos que hacen que la fuerza del pueblo civilizado sea más intensa y diferente constantemente.
  • Colombia es una nación en el que la paz, el desarrollo integral, la cooperación y el beneficio mutuo se han convertido en la tendencia de la época en el siglo XXI.
  • El viejo sistema colonial de la politiquería, el epíteto, el agravio, la venganza, el insulto, la violencia y el irrespeto a la dignidad humana debió haber colapsado y las confrontaciones irracionales entre bloques partidistas tienen que dejar de existir. Ningún gobierno puede orientar los asuntos democráticos sin la ayuda de sus aliados de confianza y la oposición racional y sensata de sus adversarios.
  • Miles de instituciones marchan aceleradamente hacia la modernización del Estado. Múltiples motores del crecimiento han surgido en diversas regiones del país y la correlación de fuerzas en el ámbito nacional e internacional continúan evolucionando en favor de la democracia, la libertad, la paz, la justicia y el desarrollo nacional.
  • Colombia es un país de regiones, que están coordinadas y dependen unas de otras con mayor intensidad que nunca. La humanidad viviendo en la misma aldea global, en el mismo tiempo donde convergen la historia y la realidad presente se levantan como unas comunidades de destino donde cada uno de nosotros portamos algo de los otros.
  • Colombia es un país donde el pueblo sigue afrontando muchas dificultades y desafíos que van desde el impacto de la crisis ética, moral, financiera, económica, cultural, educativa y social nacional e internacional; el aparente incremento de todo tipo de proteccionismo, de constantes puntos candentes regionales, del hegemonismo de los politiqueros y de los grupos ilegales, las políticas de fuerza y el neo-intervencionismo hasta la aparición de un sinnúmero de amenazas a la seguridad tradicionales y no tradicionales, tales como la carrera armamentista, el terrorismo, el narcotráfico y la ciberseguridad. De ahí que la salvaguarda de la paz nacional y la promoción del desarrollo común sigan suponiendo una tarea dura y cuesta arriba.
  • Es nuestro deseo que Colombia sea un país mejor, y también nos asiste la razón para creer y confiar que lo será. Al mismo tiempo, sabemos claramente que el porvenir es brillante y el camino que conduce a él es tortuoso.
  • El canino de la historia democrática y la libertad de Colombia no está pavimentado como las grandes avenidas del mundo, sino que avanza por los campos, a veces polvorientos, a veces enlodados, y atraviesa ciénagas y la espesura de los bosques. Como demuestra progreso humano, la historia siempre avanza según sus propias leyes y pese a las adversidades, no hay fuerza capaz de detener la marcha de sus ruedas.
  • La tendencia de Colombia es majestuosa. Los que sigan la tendencia progresarán y los que vayan en contra, perecerán.  Para seguir el ritmo democrático de la época, no se puede vivir en el siglo XXI con el pensamiento todavía detenido en los odios, rencores, vandalismo, epítetos y violencia del pasado, en la vieja época de la expansión colonial, o el juego de suma cero y la guerra sucia.

 En conclusión: ante los profundos cambios positivos que nos retan y la exigencia objetiva del mundo de navegar como los pasajeros de un barco, los colombianos debemos aunar fuerzas en el establecimiento de un nuevo modelo de relacionarnos, de aprender a vivir juntos en nuestras propias diferencias, centrarnos en la cooperación, el respeto mutuo y el beneficio solidario, y todos, sin exclusiones partidistas, ideológicas, étnicas y económicas. Hoy, deberemos trabajar juntos para salvaguardar la paz del pueblo y promover el desarrollo común por el bienestar de todo el pueblo colombiano.

En las elecciones presidenciales nos debemos pronunciar con respeto y dignidad para salvar a Colombia de la dictadura, la guerra, la violencia y la ignominia.

“Solo el que calza los zapatos sabe si le sirven o no”

Solo el pueblo puede decir si le conviene o no el camino que decida en las urnas para

el desarrollo social y bienestar de la gente.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                                     Medellín, mayo 25 de 2022