A propósito de lo que viene pasando en Nicaragua, Venezuela, Perú, Colombia y todas las demás Republicas del Continente  Americano, incluido sin lugar a dudas a Estados Unidos que desde el legado trumpista ha pasado a tener con todos los pergaminos la categoría de República Bananera.

Por: Sergio Zuluaga Peña.*

¿Por qué tantos estados latinoamericanos se están desmoronando?, ¿por qué la esperanza y la emoción de la democracia se han ido y, qué se puede hacer al respecto?

Hoy, Latinoamérica se encuentra en una profunda crisis, algunos Estados de eso no tienen sino el nombre, ya que sus territorios han caído en el control de grupos armados asesinos. En los países restantes, las viejas falsas democracias se han reafirmado, la represión en casa ahora se ve agravada y la frustración resultante ha llevado a los mayores flujos de refugiados jamás recordados en la memoria. ¿Qué salió mal?

¿Esto plantea la pregunta obvia y renovada de si hay algo inherente en la condición de ser latinoamericano que nos hace especiales y tan vulnerables históricamente al absolutismo? ¿Será esta condición la que hace que esta parte del mundo sea impermeable a las tendencias generalmente observables hacia una mayor rendición de cuentas, participación popular en la toma de decisiones políticas, mayor generación y división más justa de la riqueza económica?

El estadista romano Cicerón escribió hace unos 2000 años en sus Tratados sobre la República de las características indispensables que una comunidad política debe poseer si desea sobrevivir. Escribió, palabras más palabras menos que: a menos que un Estado mantenga un equilibrio de derechos, deberes y funciones para que los funcionarios estatales posean suficiente poder, deliberaciones de la ciudadanía líder, y suficiente autoridad, y la gente tenga suficiente libertad, no es posible que se mantenga estable.

Esto lamentablemente, no es una descripción que se aplicaría a muchos Estados latinoamericanos contemporáneos.

¿Por qué quedan ausentes las deliberaciones significativas con la ciudadanía? ¿Por qué los Estados administrativamente débiles confunden el poder coercitivo con autoridad?

Latinoamérica necesita un despertar democrático, dar un cambio a esa resistencia a las normas e ideas de la democracia, pero de la modernidad en general y sobretodo un cambio a la sorprendente falta de solidaridad y cohesión social, así como a la seguridad jurídica y el respeto a la dignidad humana en sociedades improductivas y sin imaginación.

Ciertos ingredientes de la pretensión de ser un Estado, no se puede ignorar si una comunidad política desea sobrevivir, es decir, a la creación de instituciones políticas en el que los intereses en competencia pueden articularse, la creación de instituciones de gobernanza en las que se puedan tomar decisiones a través de una mezcla de capacidad administrativa, poder cohesivo y legitimidad social.

*𝙰𝚋𝚘𝚐𝚊𝚍𝚘, 𝙿𝚑𝙳 𝙳𝚎𝚛𝚎𝚌𝚑𝚘, 𝙼𝚊𝚐í𝚜𝚝𝚎𝚛, 𝙻𝚎𝚐𝚊𝚕𝚝𝚎𝚌𝚑, Mercadólogo, 𝙰𝚎𝚛𝚘𝚗𝚊u𝚝a.

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