COLOMBIA RECLAMA CORAJE, PARA DEFENDER LA JUSTICIA Y LA LIBERTAD

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Nos volvemos valientes al realizar actos de valentía en pro de la justicia y la libertad, declara Aristóteles en su Ética Nicomaquea.  Las disposiciones del carácter, las virtudes y los vicios, se fijan gradualmente por medio de la práctica.  Así, “al habituarnos a afrontar cosas terribles y al resistir contra ellas nos volvemos valientes, y cuando más valientes somos, más capacidad de resistencia poseemos en defender la patria.

 POR: LUIS FERNANDO PÉTREZ ROJAS

Hoy, los colombianos debemos tomar conciencia de que la resistencia contra las cosas amenazadoras no se debe confundir con la temeridad.  El miedo ante el peligro es una emoción totalmente justificable.  El gran novelista americano Herman Melville expresa bellamente la perspectiva aristotélica en un revelador pasaje de Moby Dick, donde Starbuck, el primer oficial de Pequos, interpreta a la tripulación:

-No toleraré en mi buque- dijo- a ningún hombre que no tenga miedo de una ballena. Con lo cual insinuaba que el coraje más confiable y útil es el que surge de una justa estimación del peligro, y también que un temerario es un camarada mucho más peligroso que un cobarde.

La persona valiente no es la persona que nunca tiene miedo.  Esto se aplica más bien a la persona precipitada e inconsciente, alguien que puede causar más daños que beneficios en una emergencia.  Es difícil “educar” a dicha persona en el momento. En cambio el cobarde, la persona que carece de confianza y sufre un exceso de temor, puede llegar a sentir el estímulo del ejemplo.

El carácter contagioso de una conducta valerosa puede inspirar -y también avergonzar- a todo un grupo.  Eso nos da la clave del coraje que inspiró a los grandes héroes que lucharon por la independencia de Colombia.  También nos da la clave del coraje que exhibieron quienes sufrieron los abusos en silencio cuando se unían a las filas de Gandhi y Martin Luther King, Jr., en actos de protesta no violenta destinados a despertar la conciencia pública contra la injusticia.

Otra clave del éxito, por cierto, en el grito de la independencia, era la razón de defender la patria: una razón práctica, dueña de una elocuencia que nace de un auténtico dominio de nuestro patrimonio cultural y que fortalece la voluntad para actuar con inteligencia y coraje en defensa de la justicia y la libertad.  La mera inclinación de hacer lo correcto no basta.  Hay que saber en qué consiste lo correcto.  Necesitamos sabiduría -a menudo la sabiduría de un héroe- líder- para dar determinada forma a nuestro coraje, para imprimirle un rumbo inteligente al destino de la patria.  Y necesitamos esa voluntad y esa motivación que los líderes inspiradores pueden ayudarnos a descubrir en nosotros mismos cuando no podemos descubrirlas por nuestra propia cuenta. 

Según Aristóteles, el coraje es una disposición a sentir grados pertinentes de temor y confianza en situaciones desafiantes, lo “pertinente”, varía muchísimo con las circunstancias.  También es una disposición de defender nuestra patria, a avanzar o retroceder según los dictados de la prudencia.  Para cimentar esa disposición, empero, es preciso adquirirla.  Y eso significa práctica, lo cual significa enfrentar temores y actuar de cierta manera antes de contar con la disposición para ello: actuar con valentía cuando no nos sentimos valientes.

El miedo a la oscuridad es casi universal entre los niños, y brinda oportunidades relativamente inocuas para las primeras lecciones de valor.  En las familias, los hermanos mayores pueden cultivar su propia disposición presentando una actitud valiente ante sus hermanos menores: “¿Ves? No hay nada que temer”.

Esta es una práctica excelente y un buen sitio para empezar a construir un sentido de pertenencia por Colombia.  Las ocasiones para ser valiente en defensa del pueblo -para acompañarlo en circunstancias difíciles- son buenas para adquirir coraje, es decir, para aprender a manejar nuestra confianza y nuestro temor, para aprender a discernir qué es lo correcto y para dominar nuestra voluntad, en defensa de la patria por la justicia y la libertad.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                            Medellín, julio 20 de 2024