¡COLOMBIA, HOY, NOS NECESITA MÁS QUE NUNCA!

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En estos tiempos de crisis, es inaudito manifestar indiferencia y hostilidad ante la creciente desestabilización
política, económica, financiera, social, educativa, sanitaria y laboral, entre otras, que tienen a nuestra nación en un estado de incertidumbre y desesperanza
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POR: LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS

Cuán admirable es el ser humano que antepone su fe a la duda, que logra enfrentar el fracaso con la fortaleza de quien tiene que aprobar un examen difícil del cual depende su asenso al siguiente grado de aprendizaje.  Cuán admirable es también quien en el éxito se deleita con toda humildad, pero sin detenerse, y lo deja pasar como un aprendizaje más.  Así, el auténtico ciudadano comprometido con el futuro y la excelencia con la nación, se enfrenta al desafío de vivir y la profundidad de su espíritu se refleja en forma magistrales, tal vez incomprensible para algunos, pero que para él son sus propias y fieles convicciones.  Las formas magistrales de un ciudadano y líder inspirador para darle un poder transformador a Colombia son:

  • Ante la adversidad, que no puede controlar, la acepta y reinicia con renovado ánimo su jornada como si nada lo afectara.
  • Ante la traición, intenta comprender y, sin detenerse en el rencor y la venganza, sigue el camino con un espíritu limpio y transparente.
  • Cuando los vientos en contra le impiden avanzar, se da una pausa y, manejando las velas con serenidad convierte la adversidad que lo circunda en nuevas y valiosas oportunidades.
  • Ante los escépticos hace gala de su fe, sin posar de iluso, y es tan profundo su compromiso que crea confusión entre los “realistas” y agoreros del desastre.
  • Guarda en su corazón el secreto de la prudencia, la verdad, la justicia, la libertad, el orden, el coraje, la templanza y la sabiduría, pues no ceja de empeñarse en convertir sus sueños en realidad, que además lo vitalizan y tiene así siempre una idea y una cima que conquistar.
  • Sus escudos son la confianza, la fe y el optimismo, y para desesperación de sus enemigos siempre tiene una sonrisa y una palabra de esperanza para aquellos que lo quieren acompañar con criterio propio y convicciones éticas y morales.
  • Ha hecho de la ética su código de conducta; su propia consciencia su máximo juez, y no hay día que pase sin que haga esta reflexión: ¿Qué contribución he hecho a los demás con mis acciones, comportamientos y conductas que me permiten una sana relación de inclusión y conexión con el otro y con los otros?
  • Líderes comprometidos con el bienestar de la nación con el amor a la patria y con la verdad al pueblo son los que necesita nuestra entrañable Colombia.  El mundo de hoy, reclama seres humanos y líderes inspiradores auténticos, que ofrezcan su vida por recuperar la sonrisa de un conciudadano, la paz de un niño, hasta de un anciano, y mitigar el hambre de un olvidado.  Líderes inspiradores de una sola pieza, sin deslealtades, sin flaquezas, sin incoherencias, sin miedos, cuya columna vertebral sean valores y principios de orden superior, que sabiéndose protagonistas de su tiempo abdiquen su legítimo derecho de construir un país mejor.  Líderes inspiradores cuyos ideales sean superiores al destino.  Líderes transformadores que intenten lo inalcanzable, que nos hereden la dignidad de quien luchó toda su vida por alcanzar la paz y la justicia sostenibles.

En conclusión: Colombia, hoy, nos reclama y necesita, para salir a flote del lodazal en que se encuentra sumida por el gobierno y el congreso de Colombia, que han demostrado sólo falsedad, incoherencias, criminalidad, saqueo, corrupción, vandalismo y violencia.  Colombia no necesita de esta casta, ella reclama líderes íntegros que estén dispuestos a luchar de pie por salvaguardar los valores fundamentales de nuestra nación, líderes y ciudadanos que nunca se pongan de rodillas ante la riqueza ilegítima, que sean capaces de renunciar a los honores no merecidos y que, sin importar las consecuencias arriesguen su existir por defender la verdad.  Líderes inspiradores con la fortaleza y determinación para enfrentar la traición, la injustica y la corrupción despiadada que, hoy, nos toca padecer.  Líderes transformadores y luchadores que tengan la convicción de que su afán de lucha es más fuerte que el destino, y que su ideal sobrehumano es el único verdaderamente humano.

¡Colombia hoy nos necesita y nos exige a todos, como colombianos

comprometidos, para construir la verdadera Colombia que soñamos!

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS               Medellín, noviembre de 2024