Por: Balmore González Mira

De entrada debo manifestar que no todos los casos son negativos, toda vez que la Carrera Administrativa le da a muchos servidores garantías de seguridad, tranquilidad, estabilidad y posibilidades de ascenso y formación profesional,  y hay miles de ellos que se preparan a conciencia y prestan fabulosos servicios y atención a la ciudadanía y no están pendientes de horarios o de números de asignaciones, sino que tienen una verdadera vocación de servicio, lo que sucede en la inmensa mayoría de los casos y esa estabilidad les da compromiso y satisfacción al hacer su trabajo, lo que se refleja en muy buenos resultados.

El problema radica en aquellos que poco les importa el usuario, cliente o ciudadano y que no atienden sus compromisos con las personas, que son la razón de ser del servicio público. Adicional a ello con lo que hoy estamos viviendo o padeciendo en el país, dónde una cantidad de servidores públicos andan por diferentes ciudades ensayando un cargo de un concurso que se ganaron en una entidad pública, pero a la espera de otro o de otros dónde también concursaron para poder regresar a sus residencias o lugares de origen o estar más cerca de sus familias, lo que no es criticable, pues cada quien busca su mayor bienestar; lo difícil es para que las entidades estatales puedan cumplir bien sus funciones y sean eficientes con servidores que están unos pocos meses o hasta días en un cargo y con la expectativa de irse a otro mejor o más cerca de sus residencias y la continuidad y aprendizaje se pierden de manera inmediata y el caos reina en los despachos porque las tareas siempre están quedando inconclusas. igual pasa con los derechos de Carrera Administrativa para los ascensos internos, frente a lo cual, volvemos a insistir en que todos los seres humanos y en este caso en especial, los servidores, tienen todo el derecho a ascender, pues coartar este sería ilegal o por lo menos injusto, en una sociedad donde todo quien quiera superarse y lo demuestre adquiere ese derecho; lo difícil y preocupante es que servidores solo se quedan un mes o menos en un cargo y van pasando por muchos en diferentes etapas de ascensos y los procesos se quedan interrumpidos, lo que conlleva nuevamente a la ineficiencia del estado para responder ante las peticiones de los usuarios.
La función pública debe modernizar los esquemas de concursos y permitirle a los ciudadanos que ya están en un cargo solo ascender cada seis meses, por ejemplo, e igualmente a estos,  concursar para un solo cargo en otra entidad y no presentarse a todos los concursos que salgan en diferentes entidades, pues con esto limitan a muchos desempleados que concursan en desigualdad de condiciones con quiénes ya tienen mucha experiencia. Esto se puede implementar gradualmente sin atentar contra los derechos laborales adquiridos y tampoco contra las meras expectativas, pero ayudaría a qué muchos desempleados o nuevos aspirantes a cargos estén en igualdad de condiciones frente a los ya curtidos multiconcursantes.
Otra forma de generar nuevos espacios de empleos para los nuevos profesionales y técnicos en el país,  es poder implementar una política pública en materia de asesoría de prepensionados y garantías de jubilación que motiven al buen retiro del servidor al cumplir su edad y requisitos para ello y no se queden esperando tiempos largos sin ir a disfrutar de sus merecidos descansos y buen retiro. Urge revisar la Carrera Administrativa para hacer un estado más eficiente.

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