Por: JAIRO HERNÁN RAMÍREZ

Con el llamado a conciliación a los contratistas principales del proyecto Hidroituango, donde están en juego $9.9 billones, se advierte y cuestiona, que la empresa no le mostró, ni puso en conocimiento la matriz de riesgos a los nuevos miembros de Junta Directiva.

La empresa, en atención a una solicitud muy prudente del Sindicato de Profesionales de EPM, informó que a la nueva Junta se le hizo todo un acompañamiento con información suficiente para el análisis. Queda una lección aprendida para la administración: acostumbrarse a presentar la matriz de riesgos, como es su obligación, para todos sus programas y proyectos, de lo contrario, ahí tendrá un punto en su contra y a favor de todos los agentes que hoy le hacen veeduría.

 La matriz de riesgos es una herramienta útil a la empresa para identificar los factores de riesgo a los que está expuesta, con sus respectivas probabilidades. Su objetivo fundamental es facilitar la toma de decisiones y ordenar las prioridades, siendo también obligación hacerle seguimiento y mantenimiento, desafortunadamente lo que en la mayoría de las veces no se hace, quedando como un canto a la bandera.

Debe aprovecharse esta coyuntura, con la vehemencia que hoy se hace, para que los mismos actores soliciten a la administración,  exhibir la matriz de riesgos presentada a los miembros de Junta Directiva en su momento, con los seguimientos y evaluaciones, para los proyectos y programas tan cuestionados en los últimos años, tratados en foros y debates de campaña, del Concejo de Medellín, de la Asamblea Departamental, etc., entre ellos:

  Relacionadas con Hidroituango:

– La presentada por EPM para asumir el rol de contratista en el contrato BOOMT.

– La del Plan de Aceleración fallido.

– La presentada para terminar la vida jurídica de EPM Ituango a cambio de US$35 millones.

– La que sustentó la construcción de la Galería Auxiliar de desviación colapsada.

– Las que soportan el incremento en el valor del contrato con el Consorcio CCC, de $1.9 billones a más de $4.2 billones hoy.

 Asociados a Telecomunicaciones:

– La compra del 50% de ORBITEL, con sobrecostos, a dos grupos económicos.

– La que soportó la fusión UNE – Millicom, donde se le “escapo de las manos” a EPM el negocio de telecomunicaciones, con excelente servicio, envidiado por otros, hoy un desastre.

– La del fracasado proyecto de tecnología WIMAX.

Proyectos Fallidos:

– La que soportó la venta de acciones de Transmetano y la de Gases de Antioquia, hoy no permiten a EPM ser un jugador importante en el negocio del gas natural vehicular.

– La que sustentó el Proyecto Porce IV, por problemas de invasiones y orden público, donde la CREG hizo efectivas las garantías y se perdieron los ingresos asociados a la obligación.

– La que justificó la compra de estudios del proyecto Espíritu Santo, con licencia ambiental negada por deficiencia en los estudios, con perdidas superiores a $75.000 millones

Siniestros:

– La matriz de riesgos para las rutinas de mantenimiento que originaron los siniestros de Guatapé y Playas en años no muy lejanos y las decisiones tomadas para evitar la repetición de eventos similares.

Proyectos y Negocios con Extracostos o Prorrogas Exageradas:

– Aguas de Antofagasta, en Chile, con sobrecostos estimados en $560.000 millones.

– Parque Eólico los Cururos, también en Chile, con perdidas por más de $300.000 millones.

– BONYIC, en Panamá. Este es el campeón entre los retrasados, con sobrecostos de seis veces el presupuesto original, con las perdidas acumuladas ya supera los $ $1.5 billones.  – – Planta de tratamiento de Aguas Residuales, en el municipio de Bello, con cinco años de retraso, el presupuesto original de $1 billón ya superó $1.6 billones, sin incluir otros extracostos por los problemas ambientales de los últimos días.

 Asociadas a Otras Inversiones en el Exterior:

– Las inversiones, tan cuestionadas, en filiales y subsidiarias en el exterior, entre ellas, Maxseguros EPM Ltd. con sede en el paraíso fiscal de Bermudas, Promobiliaria S.A, en Panamá, TICSA en México, con inversiones que superan los US$113 millones., muchas de ellas capitalizadas al finalizar 2019.

 – Se recomienda revisar la matriz de riesgos de las filiales y subsidiarias en el exterior, con sus estados financieros, su P&G y rentabilidad actualizada para cada una. Su localización es la siguiente: 11 en México, 9 en Guatemala, 7 en Panamá, 3 en Chile, 2 en el Salvador y 1 en el paraíso fiscal de Bermudas. El mismo ejercicio es válido para las filiales y subsidiarias nacionales, que no se encuentren en el foco del negocio de EPM.

Con la información recolectada y con un análisis juicioso y objetivo, seguramente se encontrará la respuesta a múltiples inquietudes y explicaciones que tienen en deuda las administraciones anteriores de EPM, sobre las inversiones y decisiones señaladas. También podrá ser un insumo importante para el redireccionamiento de los negocios e inversiones, con rentabilidad, sostenibilidad en el tiempo y en especial que generen beneficios para sus dueños, la comunidad del municipio de Medellín; como se hacia antes en EPM, con transparencia, sin conflictos de interés a favor de terceros, integración de procesos y sin el más mínimo indicio de corrupción e intromisión política en la contratación y porque no, en la selección de sus servidores.

No todo es “color de rosa” en EPM en los últimos años; asumir su defensa y apoyo, pregonando solo su gobierno corporativo y las obras que hace el municipio con las transferencias que recibe de EPM, no son suficientes para sostener el orgullo que pregonábamos de ella hace ya bastantes años.

Todos los Antioqueños Unidos contra la Corrupción

Jairo Hernán Ramírez Gómez