Bogotá, 28 mar (EFE).- El ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, aseguró este domingo que en su país los grupos criminales no “tendrán padrino que los proteja” en respuesta a las acusaciones del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sobre un supuesto apoyo del ejecutivo de Iván Duque las bandas que operan en la frontera.

“En Colombia nuestros soldados y policías combaten sin tregua a todas las organizaciones narco-criminales. Ni la ‘narcotalia’ (como denomina el Gobierno a la disidencia de la FARC que lidera alias ‘Iván Márquez’), ni el ELN, ni las disidencias tendrán padrino que los proteja”, dijo el ministro en una declaración a la prensa.Molano, que visita la localidad fronteriza de Arauquita a donde han huido desde Venezuela más de 4.000 personas por enfrentamientos entre supuestos disidentes de las FARC y las Fuerzas Armadas de ese país, afirmó que el Gobierno de Maduro da “instrucciones cómplices para combatir selectivamente unas organizaciones”.

“En el Palacio de Nariño (sede del ejecutivo colombiano) se ha dado la orden de combatir, sin tregua, a todas, todas las organizaciones narcoterroristas que son una amenaza para Colombia y la estabilidad de la región”, apostilló el ministro.

El Gobierno de Duque ha acusado en reiteradas ocasiones al de Maduro de proteger a líderes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidentes de las FARC que supuestamente están en ese país.

ACUSACIONES DE MADURO

Justamente Maduro acusó hoy a Duque de estar detrás de un plan que pretende generar una confrontación militar entre las Fuerzas Armadas de ambas naciones, en el marco de un operativo venezolano contra grupos armados irregulares en la frontera.

Maduro hizo estas declaraciones mientras repasaba el operativo de la Fuerza Armada venezolana contra grupos armados irregulares en el estado occidental de Apure, fronterizo con Colombia, que de acuerdo con algunas ONG son disidencias de las FARC.

El mandatario insistió en su denuncia de que estos grupos armados cuentan con el “el apoyo del Comando Sur” de Estados Unidos y del Gobierno de Colombia, dos países con los que Venezuela no tiene relaciones amistosas.

ATENCIÓN EN ARAUQUITA

Según las autoridades colombianas, ya son más de 4.700 personas las que han llegado a Arauquita huyendo de los combates armados en el lado venezolano de la frontera.

Las personas han cruzado en canoas el río Arauca, la frontera natural entre los dos países, llevando bolsas con las pocas pertenencias que pudieron recoger en su precipitada salida.

Esas personas están siendo atendidas con ayudas humanitarias “para garantizar condiciones dignas de vida, salud y alimentarias”, afirmó este domingo el ministro del Interior, Daniel Palacios.

“Hoy en Arauquita, estamos dando respuesta institucional, la prioridad es la atención humanitaria de la población que ha hecho ingreso al país para garantizarles condiciones dignas, salud y alimentación para su pronto retorno”, añadió.

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) informó que el domingo pasado se enfrentó con grupos armados irregulares colombianos en La Victoria, una pequeña zona agrícola de menos de 130.000 habitantes del estado de Apure, fronterizo con el departamento colombiano de Arauca, que se saldó con dos militares venezolanos muertos.

En ese sentido, el Ministerio de Defensa colombiano señaló que enviará 2.000 soldados a lo largo del año para reforzar el “Escuadrón Adelantado de Observación Fronteriza”. EFE

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Maduro acusa a Iván Duque de buscar confrontación militar con Venezuela

Caracas, 28 mar (EFE).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó este domingo a su par colombiano, Iván Duque, de estar detrás de un plan que pretende generar una confrontación militar entre las Fuerzas Armadas de ambas naciones, en el marco de un operativo venezolano contra grupos armados irregulares en la frontera.

“Mucho cuidado en caer en provocaciones o crear provocaciones, porque quieren escalar a un conflicto militar entre fuerzas de Colombia y de Venezuela”, advirtió el gobernante venezolano a los jerarcas de la Fuerza Armada de su país, entre ellos el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, que le acompañó en una alocución televisada.

“Es lo que llaman en la geopolítica la guerra de perros, y (el presidente colombiano Iván) Duque está metido hasta los teque (fondo) en este plan de escalar una confrontación violenta, porque la viene buscando”, añadió.

Maduro hizo estas declaraciones mientras repasaba el operativo de la Fuerza Armada venezolana contra grupos armados irregulares en el estado occidental de Apure, fronterizo con Colombia, que de acuerdo con algunas oenegés son disidencias de desmovilizada guerrilla colombiana de las FARC.

El mandatario insistió en su denuncia de que estos grupos armados cuentan con el “el apoyo del Comando Sur” de Estados Unidos y del Gobierno de Colombia, dos países con los que Venezuela no tiene relaciones amistosas.

“A esta hora el Comando Sur y el Gobierno de Colombia deben estar preparando acciones de venganza contra las unidades militares en esa zona (de Venezuela)”, dijo Maduro.

“Quieren escalar un ataque poderoso a la unidad militar, una masacre contra nuestra Fuerza Armada (que genere) una respuesta contundente y comience entonces una confrontación directa entre las fuerzas militares de Colombia y las fuerzas de Venezuela”, insistió.

Como consecuencia de los combates en Apure, que se iniciaron el domingo de la semana pasada, dos militares venezolanos resultaron muertos, 6 terroristas fueron “neutralizados” y otros 27 sospechosos fueron capturados y puestos a las órdenes de un tribunal militar, dijo el sábado Padrino.

Los enfrentamientos también han dejado casi 4.000 desplazados venezolanos, que se trasladaron hasta Colombia huyendo de la violencia, aunque Padrino ha dicho que la mayoría de ellos han comenzado a retornar porque en la zona en la que se efectuaron los primeros combates “todo está asegurado”.

Pero la oposición de Venezuela que se agrupa bajo la figura del dirigente Juan Guaidó, a quien varios países reconocen como presidente interino del país, ha pedido investigar los supuestos excesos de los militares contra la población civil, después de la muerte de cinco personas que, aseguran activistas de derechos humanos, eran campesinos y fueron presentados como combatientes.

En ese sentido, la exdiputada opositora Delsa Solórzano dijo el sábado que había remitido un informe a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, donde recoge testimonios de presuntas violaciones a los derechos fundamentales durante una operación militar en El Ripial, donde aparecieron los cinco cuerpos sin vida. EFE

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