Alemania experimenta una notable carencia de personal de enfermería

Berlín (Alemania), 27 nov (EFE).- (Imagen: María Garrido) La segunda ola del covid-19 en Europa ha puesto de manifiesto en Alemania el problema de la escasez de personal de enfermería, necesario para cubrir una infraestructura asistencial que sin embargo tiene medios técnicos suficientes en la principal economía del continente.

El déficit de profesionales en servicios de cuidados sanitarios es conocido desde hace algunos años, pero destaca cuando el país afronta un endurecimiento de las medidas de restricción por la pandemia y cuanto esta semana se registró el mayor número de fallecidos en un día por o con covid-19, 410 este miércoles.

Según las estadísticas oficiales (Destatis) en Alemania había a finales de 2018, el último año con datos actualizados, casi medio millón de empleados como personal de enfermería, lo que da una media de 6 por cada mil habitantes, frente a los 4,4 por cada mil en Italia y los 3,6 por mil en España.

Pero el Instituto Federal de Educación y Formación Vocacional (BIBB por sus siglas en alemán), estima que en 2035 faltarían en Alemania 270.000 puestos por ocupar en ese ámbito para poder hacer frente a las necesidades de la población.

Alemania superó la primera ola de la pandemia mejor que sus países vecinos, y ello en parte debido a su alta capacidad de cuidados intensivos con 33,9 camas por 100.000 habitantes; entre los países más afectados del continente, España tiene 9,7 por 100.000 habitantes, Francia 16,3 e Italia 8,6 según datos de marzo de 2020 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“Tenemos muchas más camas de cuidados intensivos que cualquier otro país europeo y esto supone que un enfermero tiene que cuidar hasta tres pacientes a la vez, cuando a nivel europeo se dice que lo óptimo es que un enfermero cuide a uno o como máximo a dos enfermos covid”, resume a Efe el portavoz de la Asociación Interdisciplinar Alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Urgencia (DIVI), el doctor Christian Karagiannidis.

En las últimas cinco semanas ha habido un aumento constante de pacientes en las UCI alemanas por coronavirus, actualmente hay más de 3.500 ingresados en esas unidades y faltan entre 3.500 y 4.000 especialistas para las unidades de cuidados intensivos, según datos de la DIVI.

LA COVID HA DESTAPADO LA OLLA

Lisandro Rodriguez, enfermero argentino que ahora trabaja en la UCI en el Hospital de La Charité de Berlín, opina que en los hospitales de Alemania el déficit de personal es “acuciante” desde hace dos o tres años y que el coronavirus lo que hizo es “destapar la olla” y hacerlo más visible.

“En el caso del coronavirus uno se da cuenta de que no solo falta personal sino también personal calificado en lo que tiene que ver con la medicina intensiva”, añade Rodríguez.

Según Karagiannidis, la falta de enfermeros responde en Alemania a que las condiciones de trabajo son “muy duras” y los salarios no son suficientes, sobre todo en relación con otras profesiones de similar cualificación y con sueldos que permiten mantener unas mejores condiciones de vida en el país.

Para Rodríguez, el problema radica en que su carrera está muy “desvalorizada” en todas partes y en muchos sentidos aunque comporta “muchos años de preparación y práctica”.

Aún así, en su país, Argentina, asegura que necesitaría dos o tres trabajos como enfermero para poder llegar a final de mes mientras que con el salario alemán puede vivir, satisfacer sus gastos mensuales, ir de vacaciones e incluso ahorrar.

El personal de enfermería que llega a Alemania necesita obtener además el nivel B2 de alemán para homologar su titulación.

“Cuando llegas aquí te encuentras con la gran barrera del idioma, el alemán es muy complicado. Yo ya trabajaba en Argentina pero al llegar aquí tuve que pasar casi dos años para aprender de nuevo todo y adecuarlo al idioma alemán”, explica Lisandro, que está en Alemania desde 2016.

Precisamente esta semana se ha conocido un informe del centro de investigación periodística alemán Corrrectiv, en el que se alude a la existencia de varias empresas que actúan como intermediarios entre hospitales alemanes y enfermeros que hipotéticamente les ayudan a homologar su título y adaptarse a su nuevo trabajo aquí en Alemania.

Según avanza Correctiv, las clínicas pagan hasta 15.000 euros a estos intermediarios, que se lanzan a la “caza” de profesionales bien formados por todo el mundo, sobre todo de países de América Latina, Asia y el sur de África.

Esa plataforma denuncia la existencia de contratos que obligan a quienes los firman a devolver las cantidades adelantadas por las empresas intermediarias para su traslado a Alemania y formación previa en el caso de que no permanezcan con su empleador inicial.

En el caso de los médicos no se detecta el mismo problema que con los enfermeros, sobre todo en las grandes ciudades como Berlín o Colonia, donde el número de doctores es “más que suficiente” y aunque en los “Länder” del este del país pueda haber menos profesionales, en general no se sufre escasez, explica Karagiannidis.

“Creo que la diferencia básica entre España y Alemania es salarial porque aquí un médico nada más acabar la carrera cobra 2.500 euros, lo mismo que gana un especialista en España hoy en día”, dice a Efe por su parte Alejandro Barros, que llegó a Alemania en 2017 y desde 2018 es médico residente de neurología en la UCI del St. Katharinen-Hospital Frechen de Colonia.

MENOS AGOBIO PARA HACERSE CON MATERIAL

En lo que afecta al material médico, el doctor Karagiannidis asegura que en marzo las UCI registraron alguna escasez pero añade que en esta segunda ola hay varias compañías alemanas que producen ellas mismas el material para hacer frente a la pandemia y así no depender de importaciones de China.

“Actualmente en cada cama de UCI hay un respirador y además tenemos respiradores de emergencia”, explica por su parte a Efe Jaickold González, cirujano residente en la UCI del Hospital Geist, en Fritzlar (Land de Hesse, en el centro de Alemania).

Este profesional venezolano asegura que en la segunda escalada ha habido más tiempo para solicitar y proveerse de todo el equipamiento necesario.

Y admite que al principio de la pandemia pudieron detectarse “un poco de improvisación, inseguridades, las formas de llevar un protocolo”, aunque fue una situación comprensible puesto que se trataba de una enfermedad desconocida.

Karagiannidis asegura por otro lado que las restricciones acordadas entre el Gobierno federal y los “Länder” desde el pasado 2 de noviembre -y prorrogadas este miércoles hasta enero con algunas excepciones durante las navidades- se están comenzando a notar en los números de ingresos en las UCI, ya que desde que empezó el cierre parcial los números son más “lineales”.

INCLUYE IMÁGENES DE RECURSO DE LA PUERTA DE BRANDENBURGO, EDIFICIOS INSTITUCIONALES DE BERLÍN (ALEMANIA) E IMÁGENES DEL HOSPITAL CHARITÉ DE LA CAPITAL ALEMANA. INCLUYE TOTALES DE CHRISTIAN KARAGIANNIDIS, PORTAVOZ DE LA ASOCIACIÓN INTERDISCIPLINAR ALEMANA DE CUIDADOS INTENSIVOS Y MEDICINA DE URGENCIA (DIVI), Y DE LISANDRO RODRÍGUEZ, ENFERMERO DE LA UCI DEL HOSPITAL CHARITÉ EN BERLÍN.

Traducción totales Christian Karagiannidis, portavoz de la Asociación Interdisciplinar Alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Urgencia (DIVID).

1.- “La mayor ventaja es que tenemos muchas más camas que cualquier otro país, esta es una gran ventaja. Por otro lado, en Alemania un enfermero tiene que cuidar a veces hasta 3 pacientes UCI y eso es una desventaja. Porque si tienes muchas camas también necesitas más personal. Normalmente a nivel europeo se dice que un enfermero tendría que tener cura de un paciente o como mucho de dos”.

2.- “El problema es que se trabaja de forma muy dura aquí y no se paga bien, en Alemania hay muchas otras profesiones en las cuales ganas mucho más dinero que siendo enfermero”.

Traducción totales Lisandro Rodríguez, enfermero de la UCI del hospital Charité en Berlín (Alemania):

1.- “El déficit de personal es acuciante, esto no es nuevo, esto es algo que se venía dando… Con medidas para paliar la situación que está trayendo personal de fuera…”.

2.- “Posiblemente la situación de coronavirus lo que hizo es destapar la olla y que sea mucho más visible. En el caso del coronavirus uno se da cuenta que no solo falta personal sino también personal calificado en lo que tiene que ver con la medicina intensiva”.

3.- “El caso de los enfermeros, posiblemente la carrera está muy desvalorada en muchos sentidos aunque comporta muchos años de preparación y práctica. Está socialmente castigada, también no se paga lo que se tendría que pagar”.