CR (RA) HORACIO LEMA GALIANO – JDN ACORE

“Un país de cafres”. Este libro, escrito por el periodista colombiano Gonzalo Guillén, quien ha ganado dos premios internacionales de periodismo “Rey de España”, es un dispendioso trabajo de investigación periodística que presenta en doce extensos informes, una reveladora y casi inverosímil antología de la corrupción oficial contemporánea colombiana. (cafre se refiere a una persona mala, delincuente, bandido, criminal)

Traído al contexto actual de la política nacional, se podría entrever que poco o nada ha cambiado el comportamiento de muchos personajes que participan en ella con su actuar delincuencial y corrupto, desde la guerra de independencia, que continuó con la patria boba, las guerras civiles, la violencia política, los grupos armados ilegales y el narcoterrorismo, éste último sustentado en modelos fracasados de ideología socialista.

Es muy difícil determinar con exactitud dónde es más visible y abundante la corrupción, si en los partidos políticos tradicionales o en estos llamados PROGRESISTAS, que una vez toman el poder, actúan con base en el hurto, mal manejo de los dineros públicos, empleo indebido y abusivo de los bienes y recursos del estado, ya que son su característica principal.

Cafre, literalmente, es el que ordena robar, destruir y matar, pero ellos no lo hacen así, lo hacen soterradamente, porque gozan de una gran dosis de cobardía y tratan de desnudar su vida espiritual inexistente, con un gran vacío emocional. Estos cafres han aprovechado un sector de la juventud de hoy, que desafortunadamente por carecer de propósitos, convicciones y logros, esperan obtener todo sin ningún esfuerzo, sustentados en las falsas promesas que ofrecen los llamados cafres mayores y su combo, con gran porción de engaño.

Estos personajes llamados progresistas, ensombrecen el paisaje de la esperanza, de la innovación, del trabajo y de la prosperidad, impidiendo que el gobierno haga un significativo gasto social, para suplir las verdaderas necesidades de las clases más vulnerables del país. Nos tienen sometidos a una dramática y creciente situación de violencia y han convertido las calles en tierra de nadie. Después de manipular la mente de algunos jóvenes, estos cafres los inducen a cometer actos terroristas como integrantes de la nube vandálica, donde los casan con narcoterroristas urbanos y una vez capturados por diferentes delitos, incluso en flagrancia, les prometen acudir al cartel de la toga, para encuadrarlos en un marco jurídico particular, tal como lo manifestó el CAFRE MAYOR “se han detenido 165 jóvenes por defender el derecho a la protesta, lo que los ha convertido en presos políticos”, pero se le olvida mencionar deliberadamente, que portaban armas de fuego, bombas, ácido y destruyeron todo lo que se les atravesó, es decir, transgredieron las leyes y desafortunadamente ¡NUESTRA JUSTICIA! actuando en asombrosas condiciones de impunidad, libera la gran mayoría.  ¡Tamaño cinismo!

Estos mismos que son sorprendidos y filmados con maletines y bolsas llenas de dinero, tienen una característica elemental, le han robado al erario público lo destinado para salud, educación, vivienda, proyectos de agua potable y hasta las raciones de comida de los estudiantes más pobres. Estos cafres y demás falsos populistas, han contaminado las ciudades, han traído la maldición a los hogares, han llevado el dolor y sufrimiento a miles de familias, cuyos padres nunca imaginaron que los cafres tomarían a sus hijos, para destruir sus vidas y ahogarlos en el sufrimiento de una cárcel. Es claro que un sistema populista, sumiría al país en una devastadora destrucción en todos los ordenes, convirtiéndolo en un increíble nido de injusticias y atrocidades, como ocurre con los vecinos.

¡VIVA EL COMÚNISMO! ¡VIVA LA CORRUPCIÓN! ¡VIVA EL POPULISMO!

 Querido lector, si esto es lo que deseas para ti y tu familia, queda confirmado definitivamente, que somos un “PAÍS DE CAFRES”.

CR (RA) HORACIO LEMA GALIANO

JDN ACORE