Por: LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS 

Para trabajar más estrechamente con el pueblo no se exige que el poder esté centralizado o que las decisiones sean tomadas por una burocracia extrañamente designada.

Medellín ha tomado conciencia de que la mitomanía, engaño y tiranía en el gobierno no es recomendable, menos aun cuando se propone despojarnos del sentido de pertenencia que por la ciudad, EPM y otras respetables instituciones sentimos con hondura patriótica y, por ello, nos declaramos en estado de alerta para que nadie pretenda arrebatarnos lo que nos pertenece, en nuestra condición de ciudadanos de bien.  Los antioqueños estamos listos para defendernos de las amenazas y las pretensiones de un gobernante, cuando dice: “Medellín no les pertenece, y Colombia tampoco”, esto nos obliga a restaurar la pertenencia y el honor de defender nuestra ciudad, EPM y demás instituciones afectadas.

No nos ha calado, hasta el día de hoy, todo el potencial de locura, tiranía y destrucción que encierra dentro de sí el cabecilla supremo del narcisismo, en el poder.  Parece ser que lo único que el gobernante actual, Doctor Daniel Quintero Calle, tiene para ofrecerle a Medellín es: incertidumbre, improvisación, mentiras, cerebros foráneos, engaño, desconfianza y humillación.  Lo expreso como caminante de a pie, de manera rigurosa, respetuosa, objetiva y sincera.  Los antioqueños somos rotundos, vehementes y, a la vez, sobrios en el ejercicio de pactar con el gobernante la verdad, la justicia, la paz, el respeto por la diferencia, la libertad y la institucionalidad.

Medellín abriga la esperanza de que el Alcalde, en el período 2020-2023 lidere un gobierno de Unidad, tal como lo propuso en su campaña cuando aspiraba a la alcaldía de Medellín.  Nuestra energía inagotable, nuestro desbordante carisma, nuestra fe inquebrantable en el progreso integral de la ciudad y nuestra determinación por derrotar a la bestia del narcisismo, la egolatría y la tiranía nos llevará a ponernos de pie para defender lo nuestro y, todo lo que ponga en peligro nuestra identidad económica, financiera, ciudadana, política, social, educativa, cultural y patriótica.

¡Esta victoria de retomar en nuestras propias manos a Medellín, EPM y demás instituciones, es nuestro mayor anhelo y compromiso!  Me parece sensato, lógico y ético sugerirle a nuestro Alcalde la misión de estructurar un nuevo estilo de gobierno sobre unas bases más amplias, creíbles y participativas posibles y, que incluya a los mejores hombres y mujeres que tienen sentido de pertenencia por Antioquia y Medellín, para apropiarse y posicionarse del Plan de Desarrollo Municipal 2020-2023.  Un gobierno de inclusión por mérito y no por mezquinos intereses para satisfacer las necesidades de la politiquería, la codicia de los grandes jefes partidistas, en detrimento del crecimiento, bienestar y supervivencia de la ciudad de Medellín.

Reclamamos la conformación de un gabinete con ciudadanos que les duelan Medellín y Antioquia para buscar el progreso, la unidad y la empatía, sin sectarismo.  Este mandato debe darle la bienvenida a la formación de un gobierno que represente la unidad, inclusión e inflexible resolución de los problemas del gobierno municipal, en beneficio de la comunidad que tiene el honor de gobernar, hasta el final de su período.  Estamos en plena acción de dialogar con la verdad y no con la mentira y, debemos estar preparados para enfrentar el reto; la batalla continúa y se deben realizar muchos preparativos con dolientes nuestros y no extraños, que pueden entorpecer el rumbo de la ciudad.

Tenemos delante de nosotros una terrible prueba que reviste la más seria gravedad como es la re-imaginación del gobierno corporativo de EPM y otras instituciones del orden municipal; tenemos delante de nosotros muchos meses de lucha y sufrimiento, si no actuamos con la verdad, carácter, empatía, ética, sencillez, humildad, compromiso y libertad de expresión.  La política de un gobierno democrático es librar la batalla con el pueblo y no contra el pueblo, con todo el poder y la fuerza sensata de la razón, para librar una batalla en contra del abuso del poder que tanto daño le viene causando a la institucionalidad de Colombia, Antioquia y Medellín.  El pueblo está con el compromiso de asumir la tarea con ánimo civilizado y esperanza dialógica y democrática, para salir a flote por la defensa y logro de sus objetivos comunes para todos y, no para intereses politiqueros, partidistas, grupistas y personales.

Hoy, en mi condición de ciudadano de bien, me siento ética y moralmente autorizado para solicitarle al Doctor Daniel Quintero Calle, Alcalde de la Ciudad, que enderece el rumbo, en función del pueblo y no en función de caciques para fortalecer la próxima contienda electoral.  Dios nos bendiga a todos.  Pero, es la hora de gritar: ¡Esta es la victoria del pueblo por la que, hoy, estamos luchando para el bienestar de Antioquia y Medellín!  La verdadera lucha no la van a dar servidores públicos traídos de otras regiones por intereses netamente políticos y a quien nada les importa la ciudad y el departamento de Antioquia.

Es el momento histórico para no desesperarnos, ni ceder a la tiranía y a la violencia; es hora de marchar resueltamente, sin dejarnos amedrentar por fuerzas extrañas y exógenas que pretenden adueñarse de nuestro patrimonio cultural.  Es el momento de convocarnos para ir de la mano, trabajando en equipo.  Aunque sea una lucha ardua no seremos nosotros los que desfallezcan.  Quizás nos permitamos un breve período de diálogo, pero no olvidemos ni por un instante la ardua tarea y los esfuerzos que nos esperan.  Colombia, Antioquia y Medellín, con toda su ambición de progreso, aún no está sometida.

LUIS FERNANDO PÉREZ ROJAS                                  Medellín, febrero 5 de 2021