Relacionado con el irrespeto a la dignidad humana en Colombia, los refranes han venido reemplazando esa ausencia de la justicia: “a palabras necias oídos sordos…“
Ojalá que ese consuelo bastara para lo que viene: desde las altas esferas de lo político y lo económico se sienten truenos de querer revivir el mismo principio que aplicaron quienes luchaban por el poder a cualquier costo entre los años 1930 y 1946, ocasionándole tanto daño al país, que lo embaucaron a la indeseable violencia de los años 50. El famoso, antiguo y demencial principio que se siente imponer hoy es:
“Calumniad, calumniad…, que de la calumnia algo queda…”
¡Dios salve a Colombia de la violencia y el odio social que buscan producir los autores intelectuales y clandestinos con sus calumnias!
Foto de ilustración decorativa tomada de la pagina webhttps://es.wikipedia.org/wiki/Fake_news